Xbox One X se pondrá a la venta el próximo 7 de noviembre y muchos de vosotros ya tendréis lista vuestra reserva. La posibilidad de hacer funcionar los juegos a una resolución nativa de 4K es uno de los principales reclamos de la nueva máquina de Microsoft. Pero los 6 teraflops de potencia de la consola no solo sirven para esto. Puede que alguno no haya hecho la reserva por no tener en casa una pantalla 4K, o no usarla para jugar, pensando que no va a poder aprovechar las cualidades de la consola.
Pero esa idea se encuentra totalmente alejada de la realidad, ya que Xbox One X podrá mejorar el aspecto técnico de los juegos de diferentes formas, que no solo impliquen una mayor resolución. Vamos a hacer un repaso ahora a los diferentes modos en los que Xbox One X podrá mejorar los juegos en Full HD. Es decir, mejoras gráficas olvidándonos del 4K, que podrán incorporar los más de 100 juegos confirmados para ser mejorados en Xbox One X, y los que irán llegando.
Xbox One X rendirá perfectamente en Full HD
Cómo serán los juegos mejorados en Xbox One X
Empezamos por la cuestión de la resolución. Hay varios juegos que en Xbox One y Xbox One S funcionan mediante una resolución dinámica. Esto quiere decir que, en los momentos de mayor carga gráfica, la consola baja un poco la resolución para favorecer una tasa de frames por segundo más estable y evitar así molestas caídas. La mayor capacidad de la nueva consola permitirá que esa resolución se mantenga estable, y aunque la resolución dinámica puede que llegue a emplearse para algunos títulos si los queremos jugar a 4K, podemos despedirnos de ella en Full HD.
De ahí pasamos a otro de los puntos más interesantes, y que a mí particularmente más me interesa, el framerate. Mucho juegos ahora mismo funcionan a 1080p a cambio de no superar los 30 fps, que ya de por sí no siempre son tan estables como nos gustaría. Supongo que a muchos no les importará jugar a 30 fps, pero lo cierto es que, y sobre todo en los juegos multijugador, el salto de los 30 a los 60 se nota una barbaridad. Este tipo de juegos por lo general ya funcionan a 60, ya que sus desarrolladores conocen la importancia, pero desde luego que no le haríamos ascos a que otros títulos diesen el salto a los 60, a pesar de no tener un componente competitivo. Por poneros un ejemplo más o menos claro, en el caso de que tengáis en vuestra biblioteca tanto la remasterización de Dark Souls 2 como Dark Souls 3, podéis hacer la prueba jugando a uno y justo después a otro en Xbox One, y veréis cómo se aprecia el paso de los 30 fps de la última entrega a los 60 de la remasterización. Pero sea a una tasa u otra, en Xbox One X la estabilidad será mayor.
Seguimos con otra cosa que mejorará gracias a la mayor potencia de Xbox One X, los tiempos de carga y la distancia de dibujado. Respecto a lo primero, hay juegos que sufren especialmente de ello debido a que cambiamos a menudo de estancias o niveles. Como es lógico los desarrolladores intentan, o deberían, optimizar sus juegos para que pasemos el menor tiempo posible en pantallas de carga, pero aun así el resultado no siempre es muy bueno. Con Xbox One X esto mejorará considerablemente. En cuanto a la distancia de dibujado, es algo que también se optimizará, y que aprovecharéis en especial si os gustan los juegos con un gran mundo abierto que explorar, como The Witcher 3: Wild Hunt. Podremos ver más lejos y con mayor detalle.
El caso de Quantum Break va a convertirse en uno de los mejores para demostrar que Xbox One X permitirá sacar bastante más partido a los juegos sin necesidad de irnos a los 4K. En la Gamescom se mostró una demo del juego que no funcionaba a 4K, pero que mejoraba visualmente bastante lo que hemos visto de él en Xbox One. Quantum Break es una obra compleja a nivel técnico por la técnica de escalado que emplea. Y en Xbox One X el juego continúa funcionando del mismo modo, pero logrando resultados mucho mejores en cuanto a nitidez y efectos, que no son precisamente pocos en la obra de Remedy.
Pero Quantum Break es solo un ejemplo de los más de 100 juegos que ya han sido confirmados para ser mejorados en Xbox One X. Esa mayor nitidez en la imagen pulirá dientes de sierra y corregirá algunos errores visuales como el tearing del que padecen algunos juegos, y mejorará texturas. A nivel de iluminación o sombras la calidad también podrá aumentar, y lograr una mayor naturalidad, siempre que los desarrolladores opten por mejorarlas en el conjunto de características gráficas que elijan para mejorar sus juegos. Toda esa mayor carga gráfica que permitirá Xbox One X, pulirá el resultado final de las imágenes, y nos ofrecerá una experiencia y sensaciones más satisfactorias. Algunos ejemplos serán Assassin’s Creed Origins, del que os dejamos un ejemplo de gameplay que hemos capturado en la Gamescom, o Sombras de Guerra (del que también tenéis gameplay en nuestro canal de Youtube).
Si queréis saber un poco más sobre la forma de mejorar algunos juegos que ya están confirmados para dar soporte a Xbox One X, como Path of Exile, Rise of the Tomb Raider o Killer Instinct, podéis echarle también un vistazo a este interesante artículo de Eurogamer. En definitiva, sea por una u otra razón, no todos tenemos una pantalla 4K en la que jugar, pero Xbox One X podrá mejorar los juegos mucho también en Full HD. El modo en el que se haga dependerá de los propios desarrolladores, ya que Microsoft les ha dejado vía libre en este aspecto. Lo ideal a nuestro parecer es que los juegos nos ofrezcan diferentes opciones gráficas entre las que elegir, para que así cada cual elija mejoras según sus preferencias: resolución, carga gráfica, framerate…
¿Debería Xbox One X dejarnos elegir las opciones gráficas?
Aclarado esto, si realmente os interesa sacar el máximo rendimiento a los juegos en vuestra consola, pero no tenéis una pantalla 4K o jugáis en una pantalla más pequeña y pensáis que no os va a compensar el salto a los 4K, no debéis preocuparos demasiado; Xbox One X sigue siendo la mejor opción.