Además de incorporan un buen puñado de novedades que lo convierten en una de las versiones más esperadas del sistema operativo, la actualización de Windows 10 también permitirá a Microsoft prepararse para soportar las últimas tecnologías del mundo de la informática. Gracias a una de esas tecnologías, llamada FIDO, desde Redmond aseguran que con Windows 10 ya no harán falta contraseñas para garantizar la seguridad del sistema. ¿Cómo es esto posible?
La especificación Fast Identity Online o FIDO es una tecnología que permite el uso de todo tipo de dispositivos biométricos para la autenticación de usuarios. Permite por ejemplo el uso de lectores de huella dactilar, reconocimiento de retina o incluso identificación por voz, que son mucho más seguros (al menos en teoría) que el uso de contraseñas convencionales. Además, a diferencia de como ocurre en otros dispositivos, FIDO es totalmente autónomo por lo que es posible dejar de lado las contraseñas (por ejemplo en iPhone aún es necesario usar la contraseña para algunas operaciones).
La implementación del estándar FIDO en Windows 10 no se limita solo al sistema operativo, sino que también será posible identificarse usando estos métodos en Azure, Office 365, OneDrive, Xbox Live y en definitiva todos y cada uno de los servicios en la nube de Microsoft. Una apuesta muy fuerte que tendrán que respaldar los fabricantes de dispositivos incluyendo el hardware necesario para convertir la biométrica en la nueva forma de autenticación.