Forbes publicó una interesante publicación en la que el redactor, Paul Tassi, contrastaba dos ideas que han estado en rondando en internet desde que Microsoft comprara la casa matriz de Bethesda, Zenimax. El problema que se debate aquí es muy simple: ¿debería Microsoft hacer exclusivos los próximos lanzamientos de su nueva adquisición? Según discute el artículo, hay buenos argumentos para creer que no, que a Microsoft le conviene no hacer exclusivos estos juegos (o al menos muchos de ellos). Sin embargo, según propone Tassi, tiene mucho más sentido pensar que juegos de Bethesda solo llegarán a Xbox y PC.
El problema que propone este artículo es que es posible pensar, realmente, que los juegos futuros de Bethesda/Zenimax sean multiplataforma. Desde la perspectiva de lo rentable no parece la mejor idea. Más que nada porque Bethesda siempre ha sido una empresa multiplataforma, que vende docenas de millones de copias. Y sería esto lo que dejaría de vender en el caso de futuros juegos, si se deja por fuera a PlayStation.
A esto se puede adicionar que aunque no fueran exclusivos, seguirían teniendo una gran ventaja ofreciendo estos juegos de forma «gratuita» como parte de Game Pass, mientras que Sony cobraría entre 60 y 70 dólares en el lanzamiento. Esto sin contar que el mismo Phil Spencer ha hablado anteriormente de que no le gustan las exclusivas. O el ejemplo de Mojang, por el que pagaron pagaron $2.5 mil millones, pero no terminaron restringiendo a Minecraft para que estuviera en PlayStation.
Sin embargo, el artículo de Forbes sabe restringir muy bien la discusión para dejar claro lo siguiente:
- No tiene sentido gastar $ 7.500 millones en un publisher solo para poner sus juegos en Game Pass y no hacerlos completamente exclusivos.
- La exclusividad de estos juegos tiene sentido dentro del nuevo modelo de Streaming y como arma frente a Stadia y Luna
- Con esta exclusividad, Microsoft soluciona su principal falencia frente a la competencia: el catálogo exclusivo de juegos. Y de esta manera puede hacer de su plataforma mucho más interesante para los jugadores
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Si atendemos a los tres puntos arriba señalados, podemos ver con claridad que lo que propone Paul Tassi en su artículo es un análisis frente al modelo de negocios que tiene Microsoft en mente. Si Microsoft quisiera hacer de los juegos presentes y futuros de Bethesda parte de su servicio de Game Pass, en vez de comprar el estudio, solo pudo haber hecho un partnership que lo hiciera posible. Esto le saldría mucho más barato y tendría el mismo efecto. Así pasó con Bungie, que luego de que se rumoreara su compra, se llegaron a acuerdos con Destiny y sus expansiones para que estuvieran en Game Pass.
Los otros dos puntos son mucho más claros frente a su propuesta: lo que hay detrás de la compra de Bethesda es el aseguramiento de que el ecosistema de Xbox sea la mejor plataforma para jugar. Y esta es sin duda la mejor razón para conservar los juegos como exclusivos. siempre que sean las reglas de juego que una plataforma de videojuegos sea mejor por la cantidad de contenido exclusivo que ofrece.