Si aunamos en una noticia uno de los shooters más prometedores y aterradores anunciados recientemente, DOOM, con una de las premisas técnicas más controvertidas de esta generación, los 1080p y 60fps, obtenemos uno de los retos que id Software se ha marcado para llevar a cabo este proyecto. Tal como argumenta Marty Stratton, productor ejecutivo de DOOM, el objetivo que se han marcado desde la empresa para este título en las consolas es que funcione en estos parámetros. Puede que de la sensación de que todo vale con este fin, aunque en ocasiones, puede ser un auténtico dolor de cabeza conseguirlo.
En una entrevista realizada a Gamespot, Stratton asegura que «En el desarrollo se tienen que tomar cientos de decisiones que tienen un impacto importante sobre el rendimiento y el acabado visual», con lo que «siempre hemos ido a la vanguardia, buscando que los juegos funcionen lo más rápido y que se puedan ejecutar a la mayor resolución posible», por ello, «nuestro objetivo son los 1080p y 60fps». Estas cifras han estado más vinculadas a polémicas varias que a un hecho contrastado de que suponen una mejoría notable en la experiencia de juego, aunque en el fondo, la calidad visual siempre ha sido un elemento importante para hacer atractivo a un título.
Desde id Software creen que «es importante para que el juego se encuentre mejor, para que los combates ofrecidos sean los que buscamos», para lo que requieren que «sea rápido, fluido», porque «es la base que buscamos para esta experiencia». No obstante, ante tales premisas, solo podemos intuir que lo que realmente tiene relevancia técnica para este producto es el rendimiento en aras de la velocidad, es decir, los frames por segundo. DOOM debe promover, ante todo «un objetivo jugable», y Stratton cree que alcanzar estas cifras es algo que su equipo será capaz de realizar.
Ante la llegada de la beta de DOOM, que podría ser próxima, lo que hay que saber es que DOOM verá la luz el próximo 2016 en PC, Playstation 4 y, como no, Xbox One.