Es una realidad: la nueva generación de consolas está a la vuelta de la esquina. Ya dejando de lado que se lleva comentando desde hace meses que la nuevas consolas de Microsoft y Sony llegarán a finales del 2020, el anuncio de Xbox Series X durante The Game Awards ha dejado muchas puertas abiertas… y futuros proyectos en mente.
Lo mismo ocurre con grandes títulos anunciados para este próximo año, de los que se sabe que saltarán también de generación, aunque no la fecha exacta para ello, uno de los casos es el de Dying Light 2, la esperada secuela del juego de supervivencia de Techland. Gracias a lo poco que hemos ido viendo durante este tiempo sobre el título, tenemos una cosa clara: no escatimarán en calidad ni trabajo, una muestra es el largo periodo de desarrollo que lleva de por medio pero, teniendo en cuenta los objetivos que tiene el estudio por palabras del propio director del juego, podemos estar seguros de que lo que vendrá rodeado de zombies va a ser muy grande.
Nos referimos por supuesto a aclaraciones recogidas de Tymon Smektala durante una entrevista para la entrega de enero de Xbox: The Official Magazine, en las que habla de su visión de futuro de cara a llevar proyectos como Dying Light 2 a Xbox Series X y a la supuesta PS5, así como el impacto que tendrá el salto de tecnología en juegos de mundos abierto:
«Creo que lo importante no es que vayamos a ver sandbox con mundos más o menos grandes, creo que lo principal va a ser la fidelidad y el realismo de estos. No creo que la gente necesite mundos más grandes, necesitan mundos que sean de mayor calidad y que se sientan más inmersos en lo que les rodea. No es difícil para la actual generación crear mundos enormes que se generan conforme juegas. Vas a algún lado y carga una pequeña porción, y otra porción, y así poco a poco. Así que puedes crear mundos enormes que no impactan realmente al rendimiento, pero con la nueva generación podemos ir un paso más allá.»
Smektala continua afirmando que justo ese es el objetivo principal del estudio, crear juegos de mundo abierto en primera persona con gráficos de alta calidad y con una inmersión de alta fidelidad, donde el jugador se sienta como si estuviera ahí realmente. ¿Cumplirá Dying Light 2 con esta filosofía?