Hace algunos meses que estamos hablando de Unity más de la cuenta. Más de la cuenta porque es la empresa creadora de uno de los motores de juego más populares entre los desarrolladores independientes, pero también porque precisamente por su naturaleza no debería ser protagonista. Sin embargo, lo ha sido con nuevas medidas abusivas que pusieron en pie de guerra a centenares de creadores de videojuegos.
Pese a que ya han pasado varias semanas desde aquello, el drama no acaba en Unity. Y es que ahora la compañía se prepara para despedir empleados y cerrar oficinas, lo que a buen seguro no ayudará a mejorar a la empresa fundada en Dinamarca en su objetivo de recuperar la confianza perdida de sus clientes tras la jugarreta que les hicieron hace ya un par de meses.
Unity se prepara para despedir empleados y cerrar oficinas
Tal y como ha explicado la propia compañía Unity (vía The Verge), estos son los siguientes pasos a seguir para la corporación tecnológica.
“Estamos comprometidos con nuestro modelo de negocio de “el cliente primero”. Este modelo de negocio es viable por el portfolio de producto adecuado, las iniciativas adecuadas y un enfoque claro. Y cuando se ejecuta con excelencia, este modelo de negocio está diseñado para ofrecer un rápido crecimiento económico, métricas de beneficio mejoradas y un incremento del cash flow.
Hace unas semanas empezamos una evaluación exhaustiva de nuestro portfolio de producto para centrarnos en aquellos productos que tengan el mayor valor para nuestros clientes. También estamos evaluando el coste de estructura adecuado que se alinee con el portfolio más centrado. Estamos actuando rápidamente y esperamos tomar las decisiones finales a lo largo de las próximas semanas. Esperamos empezar a implementar el plan dentro de este trimestre para completar todas las intervenciones antes de que termine el primer trimestre de 2024. Esto incluirá probablemente descontinuar cierta oferta de productos, reducir nuestra fuerza de trabajo y reducir nuestras oficinas”.

No hay que olvidar que el pasado mes de mayo Unity ya despidió a más de 600 trabajadores, por lo que tras la próxima oleada de despidos la compañía podría quedar en una situación muy delicada, si bien (como suele ser habitual) los dirigentes los justifican como un método de crecimiento económico. Mientras tanto, el que hasta hace unas semanas era el CEO de la empresa, el polémico John Riccitiello, abandonó la compañía en su peor momento, no sin antes llevarse unos jugosos bonus, además del dinero que consiguió al vender parte de sus acciones de Unity antes de anunciar los cambios que hicieron caer en picado a la empresa en bolsa.