No se sabe si lo hizo por el bien de su carrera, pero el escritor de Forspoken quiere dejar bien en claro que su trabajo no se ha visto reflejado en el juego. Como se podía suponer, el trabajo en el trasfondo y en la narrativa de Forspoken fue todo un lío. Primero contaron con el escritor en cuestión, Gary Whitta, cuyo trabajo has visto en películas como Rogue One.
Pues bien, Gary afirma que él fue la primera opción para Square Enix. Lo llamaron a él para crear un mundo con su propia mitología a partir de una vaga idea. Al parecer su trabajo gusto a los directivos de Square, ya que posteriormente le pidieron que liderara un grupo de escritores elegidos por él mismo para que trabajaran en Forspoken.
El escritor de Forspoken no ve su trabajo reflejado ni en los diálogos ni en la historia final
Esta conversación inicial fue hace cinco años, lo que hace pensar que este realmente apuntaba a ser un trabajo ambicioso. Los mismos encargados de Square Enix volvieron meses después a pedirle sus servicios una vez más. En esta ocasión, el trabajo consistía en reiniciar la historia. Lo que le dieron para trabajar en este reinicio fue una idea algo más elaborada que la original, esta era más cercana a la premisa de la chica de nuestro mundo transportada a un mundo de fantasía.
Gary no participó en este reinicio, según comenta él, por falta de tiempo. La sola idea no debió gustarle lo más mínimo. De hecho, lo poco que quedó de su trabajo fue el nombre del mundo: Athia. Entonces, el escritor original de Forspoken y su trabajo fueron echados a un lado, apareciendo en los créditos del juego como responsable del concepto original.

La historia mediocre y los pésimos diálogos no fueron obra suya, es la premisa que recalca una y otra vez Gary Whitta. El escritor de Forspoken tenía un planteamiento radicalmente distinto, y si acaso Square Enix no hubiese desechado este primer trabajo, el juego hubiese salido mejor parado el día de su estreno.