Fundada hace casi un cuarto de siglo, la compañía canadiense BioWare ha sido una de las grandes responsables de hacernos disfrutar con el género RPG desde el año 1995. Sagas como Baldur’s Gate, Neverwinter Nights, Dragon Age o clásicos como Knights of the Old Republic o Jade Empire son obra de este querido estudio. Sin embargo, la franquicia de BioWare que más pasiones (tanto positivas como negativas) ha levantado entre los fans ha sido Mass Effect. No es para menos, pues la epopeya espacial de la compañía canadiense fue uno de los grandes éxitos de la pasada generación de consolas.
Doce años después del estreno original del primer Mass Effect (se lanzó exclusivamente en Xbox 360 de forma temporal), la franquicia vive ahora sus horas más bajas desde que existe. Todo comenzó, en cierta medida, con el desconcertante y polémico final de trilogía que se produjo con Mass Effect 3, pero la situación se agravaría todavía más en el futuro. Mass Effect Andromeda generó reacciones dispares desde sus primeros gameplays, pero algunas de las malas sensaciones acabaron confirmándose cuando su lanzamiento se efectuó hace casi dos años, en marzo de 2017.
«Nosotros no tenemos principio, no tenemos fin. Simplemente, somos». Mass Effect
El dinámico gameplay no bastó para paliar lo que para muchos eran errores de peso en una franquicia como Mass Effect. Hablamos de un ritmo narrativo irregular, unos personajes secundarios alejados del carisma de los de la trilogía original y, por encima de todo, de unas expresiones faciales que rozaban lo ridículo y unas animaciones muy distantes de lo que se puede esperar de un estudio como BioWare. ¿El resultado? Malas críticas profesionales y bajas ventas, lo que propició lo que parecía ser el principio del fin de la saga Mass Effect. Sin embargo parece que BioWare tiene otros planes.
Hace unos meses, cuando el fracaso de Andromeda quedó más que certificado, BioWare confirmó que la historia de los Ryder continuaría expandiéndose mediante libros y cómics. Así ha sido hasta el momento: la novela La rebelión de la Nexus nos describió cómo fue la llegada de la Nexus a Andrómeda antes de los eventos narrados en el juego; Iniciación nos contó la historia de Cora Harper previos al último Mass Effect; y Discovery, una serie de cuatro cómics, explica las andanzas del turiano Tiran Kandros desde su llegada a la Iniciativa Andrómeda.
Nada de ello parece haber contentado a los fans, pero hace unos días Mark Darrah de BioWare confirmaba en una entrevista que tienen ideas para continuar con Mass Effect en un futuro. Las esperanzas se han reavivado entre la comunidad y hoy queremos explorar algunas de las vías de las que puede hacer uso la compañía canadiense para dar continuidad a una de sus sagas más queridas. Eso sí, nada de ello ocurrirá hasta que el inminente Anthem vea la luz (juego al que se seguirá apoyando con contenidos poslanzamiento) y hasta que sepamos más sobre el nuevo Dragon Age, que está confirmado desde la pasada edición de los Game Awards.
Andrómeda 2.0
La primera vía que debería valorar BioWare para dar continuidad a la saga Mass Effect, y también la más evidente, es desarrollar una secuela directa de Andromeda. Puede que el videojuego no tuviera la aceptación que el estudio norteamericano deseaba, pero es innegable que tuvo aspectos muy positivos que no hay que desdeñar. Sin ir más lejos, los Ryder tienen una personalidad bastante marcada y que puede seguir explorándose en futuras entregas. Sin ir más lejos, no es que Shepard fuera el personaje más expresivo o carismático, pero acabó haciéndose con el cariño de los fans. Algunos secundarios también tienen un potencial muy importante, aunque no se llegue al nivel de Liara, Garrus o Tali, personajes de la trilogía original.
Los romances iniciados y los misterios avanzados son solo algunos de los alicientes para ver seguir la historia de Sara y Scott Ryder en un hipotético Mass Effect Andromeda 2. Hablamos de las revelaciones finales sobre los angara y los kett, las dos especies que conocimos en esta última entrega y que podrían haber dado mucho juego en futuras entregas. Algo similar a lo que ocurrió con los proteanos en la trilogía original. Otras muchas incógnitas quedaron en el aire: poco sabemos sobre la tecnología relicta que se presentó en Andromeda y que tanto interés podría generar. También nos quedamos a medias con la historia de la madre de los Ryder, de la que en las postrimerías de la aventura se conocía que había sido conservada en criogénesis hasta hallar una cura para su enfermedad mortal en Andrómeda.
El final del juego, por si fuera poco, nos dejaba con la miel en los labios al saber que más arcas de la Iniciativa Andrómeda aún estaban en camino. En ellas iban a llegar nuevas razas que echamos mucho de menos en el juego, como es el caso de los quarianos. BioWare prometió explicar la llegada del pueblo nómada en una novela, pero por ahora no ha habido noticias sobre ella. La situación final de Mass Effect Andromeda nos dejó a las especies de la Vía Láctea ya cómodamente asentadas en la nueva galaxia, por lo que la compañía canadiense debería buscar nuevas amenazas (un contraataque de los kett o una confrontación contra los angara por las diferencias culturales serían los caminos más lógicos) para hacer que una segunda entrega continuando con los Ryder como protagonistas de la franquicia tuviera sentido e interés.
Todos los caminos llevan a Shepard
Mass Effect Andromeda tenía lugar seiscientos años después de lo ocurrido en la trilogía original protagonizada por el/la comandante Shepard, pero en realidad nunca supimos demasiado sobre qué fue de la Vía Láctea tras los acontecimientos del final de la trilogía. Es precisamente por ello que una nueva entrega de la franquicia situada justo después de la conclusión de Mass Effect 3 tendría cierto sentido, aunque sería complicado encajarla. Y es que dependiendo del final que eligiéramos en la última entrega de la trilogía de Shepard todo sería diferente en una posible secuela.
Existen diferentes universos Mass Effect dependiendo del jugador, pues los segadores pueden haber sido exterminados, Shepard puede haberse unido a ellos o incluso podrían haberse unido los seres sintéticos con los orgánicos en caso de elegir el final Síntesis. Lo que está claro es que tal vez lo más canónico sería un final en el que la vida orgánica sigue existiendo y se libra de la amenaza de los segadores, aunque Shepard sobrevive en pocos casos. Continuar con Shepard sería, por lo tanto, imposible, pero siempre podríamos continuar la franquicia en la piel de alguno de los fieles seguidores del comandante, pues el elenco era extenso y sumamente querido por los fans.
¿Quién no sueña con una nueva entrega en la que el protagonista sea Garrus o Liara? Los fans llevamos soñando con poder controlar a un personaje no humano desde tiempos inmemoriales, y BioWare podría profundizar mucho más en sus razas de tomar una decisión así de drástica. Poder vivir la sociedad asari desde dentro, entender la tragedia de la genofagia desde la mismísima Tuchanka o formar parte de la bélica sociedad turiana serían algunos de los alicientes de poder continuar con la historia de Shepard en la Vía Láctea poniéndonos en la piel de los aliados del mayor héroe de todos los tiempos en el universo.
Un nuevo comienzo
La tercera opción, y no por ello menos válida que las anteriores, sería optar por algo totalmente nuevo. Se trataría de una opción arriesgada, pues empezar de cero no funcionó bien con Mass Effect Andromeda, pero el lore de la saga es tan amplio y tan interesante que no aprovecharlo sería el mayor de los errores que BioWare podría cometer. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, a volver atrás en el tiempo y contar alguna historia previa al conocimiento de los segadores. Hay material de sobra para ello. Una opción sería contar los inicios del ser humano como raza intergaláctica. ¿Cómo comenzaron los humanos a interactuar con otras razas alienígenas tras descubrir los relés de masas y empezar a viajar a la velocidad de la luz? Sería sumamente interesante saber más sobre ello y para BioWare no sería demasiado traumático, pues tendrían nuevamente la posibilidad de hacer que su protagonista fuera humano. Si contáramos con una opción más arriesgada podríamos contar, como ya hemos comentado en la segunda vía, con un protagonista de una raza distinta.
¿Acaso no saliváis pensando en la posibilidad de controlar a un salariano que establece contacto con las asari por primera vez en la historia y acaba formando el primer consejo intergaláctico en la Ciudadela? ¿Y una aventura protagonizada por una asari que comienza a entender el universo y a contactar con otras razas? ¿O incluso tomar el control de un turiano durante la breve pero intensa Guerra del Primer Contacto contra los humanos? Las posibilidades son infinitas y precisamente por ello es tan emocionante pensar que BioWare tiene ante sí todas ellas, aunque tal vez estas últimas no sean las más factibles ni probables.
En la vía de optar por algo completamente nuevo tenemos una última propuesta, probablemente la más interesante de todas. Se trataría de remontarnos 50.000 años antes de los acontecimientos de la trilogía original de Mass Effect y establecer la acción en la época de los proteanos, la raza que precedió a todas las que ahora conocemos y que luchó con uñas y dientes hasta el final para acabar con la amenaza de los segadores, aunque no lo consiguieron. Entender algo más sobre su época, su tecnología, su sociedad y su forma de pensar sería sumamente enriquecedor no solo para los fans acérrimos de la franquicia, sino también para el propio lore de la saga.
«Luchamos o morimos, ese es el plan», Mass Effect 3
Tras todo lo que ha ocurrido en torno a la saga Mass Effect, está más que claro que su comunidad de fans en una de las más fuertes del panorama del videojuego. Y es que han logrado lo más difícil: hacer que una franquicia muerta renazca de sus cenizas y vuelva a la vida, aunque todavía no sepamos cuándo lo hará ni de qué forma lo hará. La saga de BioWare podría hacer suya la frase lapidaria que un día el Soberano le dijo a Shepard: “Nosotros no tenemos principio, no tenemos fin. Simplemente somos”. Mass Effect simplemente es y lo seguirá siendo hasta que sus incansables y apasionados fans lo quieran. Larga vida a Mass Effect.