Hasta la fecha, toda la información en torno a los próximos hardwares se ha visto coartada por la falta de detalles concretos. Cierto es que tanto Xbox Scarlett como Playstation 5 no llegarán hasta finales del 2020, lo que hace presagiar que hasta primavera de ese año no habrá una presentación como los usuarios desean. Las filtraciones y entrevistas dan pistas sobre lo que deparará esta generación, donde se han centrado en exponer las ventajas de esa nueva tecnología aplicada al almacenamiento que revolucionaría la escena. Pero ya llegan los primeros avisos desde algunos estudios, donde indican que esas ventajas del SSD son un gran avance, pero hace falta más memoria para los gráficos en la próxima generación de consolas.
Parece que no todos los desarrolladores tienen el mismo grado de emoción por lo que se estaría barajando como hardware para la próxima generación. Desde el estudio responsable del desarrollo del juego independiente Sparklite, Red Blue Games, Lucas Rowe ha dejado constancia de que, si bien el SSD es un gran avance, hace falta más memoria en la próxima generación de consolas para los gráficos de nueva generación. Y es que actualmente es una gran incógnita la que se cierne sobre las capacidades técnicas más allá de la reducción de los tiempos de carga en todos los ámbitos.
Xbox Scarlett ofrecería una «gran evolución en la CPU», según Greenberg
Rowe explica que «las herramientas que ofrecen acceso rápido al disco duro están muy bien para el desarrollo, pero en ese momento creemos que no dependemos tanto de la velocidad del disco, ya que podemos guardar muchas cosas en memoria». Y en parte, la velocidad que ofrece la memoria, más considerando los avances del RDNA de AMD, puede suponer una velocidad mayor que la que ofrecerían los discos duros. En el caso de las consolas, al no ser memoria dedicada la que se usa, sino un conjunto global de memoria para todos los procesos, se podría estar pecando de no tener acceso a una capacidad que pueda albergar realmente todo lo que se pretende en la próxima generación.
Y eso que no se ha querido meter en cuestiones que hoy día desconocemos, la capacidad de procesamiento real de estos hardwares. Por ahora, la cautela debería ser lo más apropiado, sabiendo que esta característica del disco duro será una de las grandes novedades, pero lejos de ser una revolución real. Rowe comenta que «supongo que este mejor rendimiento del disco duro será apreciado por los usuarios finales», pero hoy día es algo que ya está disponible en PC y no parece que nadie se haya echo eco de lo que supone realmente.
Y del mismo modo, otra de las grandes cualidades de esa futura generación es la que confirma la retrocompatibilidad, tanto en Xbox Scarlett como en Playstation 5. Es algo que Rowe también ha querido atender, haciendo saber que es una gran idea para que los desarrolladores no se preocupen tanto por trabajar ahora en una versión para las consolas actuales, sabiendo que el usuario podrá seguir jugando si cambia de hardware. Del mismo modo, siente curiosidad por ver cómo evoluciona la industria en torno al Cloud Gaming.
Demostración gráfica de la ventaja de un SSD como disco duro para jugar
Con todo esto, es evidente que con la falta de información que hay hoy día, no se puedan lanzar campanas al vuelo por cualquier detalle que surge de las próximas consolas, donde en lo que realmente importa, no se sabe gran cosa. Las novedades que se han confirmado, como el disco duro de alta velocidad, son buenas aportaciones, pero distan mucho de ser el eje que promovería una nueva generación de consolas. Habrá que esperar para ver si realmente lo que dice Rowe sirve de advertencia, aunque es pronto para sacar conclusiones definitivas con los prototipos que se han filtrado, el SoC Gonzalo de Playstation 5 y el Soc Flute de Xbox Scarlett,.