El género zombi tuvo una enorme época de esplendor en la década de 2010, pero está viviendo un resurgir con grandes clásicos de la temática. Uno de ellos es Dead Island, la mítica franquicia de Techland ahora en manos de Dambuster Studios y Deep Silver y que tanta incertidumbre ha generado durante tanto tiempo. Anunciado oficialmente en 2014, Dead Island 2 pasó por todo tipo de desarrollos, atrasos, aplazamientos, cancelaciones y cambios de dirección. Tras toda esta retahíla de infortunios, el juego al fin tiene forma y está cerca de ver la luz. En ese sentido, nosotros hemos jugado las 6 primeras horas de Dead Island 2 gracias a una demo con una versión preliminar del juego y ya podemos contarte qué nos ha parecido y qué puedes esperar del regreso de una saga tan icónica como esta.
Bienvenido a HELL-A
Las islas (supuestamente) paradisíacas habían sido el punto de partida de los dos Dead Island existentes hasta la fecha, pero Dead Island 2 da un giro de tuerca a su fórmula con una localización muy distinta y, a nuestro juicio, muy acertada. La acción se traslada a Los Ángeles o LA (conocida como HELL-A tras la invasión zombi que sucede en el juego y traducida como Los Diablos en la versión en castellano del título de Dambuster). La premisa es tan simple como efectiva: somos un superviviente de un avión siniestrado y tenemos que sobrevivir y buscar respuestas a lo sucedido. Para ello tenemos seis personajes jugables distintos entre los que elegir. Cada uno cuenta con unas stats básicas diferentes en función de sus capacidades y también la posibilidad de aprender unas habilidades u otras según qué es lo que se les da mejor a través de un interesante sistema de cartas con el que podemos construir nuestra propia “baraja”.
En nuestro tiempo con la demo hemos jugado las seis horas que se nos permitía con un personaje (no puedes cambiar de personaje a mitad de partida, pero hay seis slots de guardado para que puedas iniciar una con cada personaje) y un par de horas con un segundo protagonista. Al menos en los compases iniciales del juego no existen grandes diferencias jugables que transformen el gameplay, pues las habilidades básicas con las que empieza cada uno de ellos son las mismas. Es más que posible que a medida que avancemos más horas en la aventura la cosa cambie y jugar con uno u otro personaje altere en gran medida la forma de enfrentarnos a los zombis, pero en el inicio del juego no nos dio esa sensación.
Sin embargo, la jugabilidad básica ya es endiabladamente divertida de por sí. Dead Island y también Dead Island 2 son, mayormente, juegos que basan su acción en el cuerpo a cuerpo. Mi habilidad preferida durante estas primeras horas fue la de la patada en salto, que nos permite restar salud a los zombis enemigos y al mismo tiempo alejarlos de nosotros. Eso sí, habilidades como esta o cargar los golpes para ser más poderosos consumirá parte de la barra de resistencia, una a la que deberemos estar atentos en todo momento. También sorprende el funcionamiento de la vida de nuestro personaje. Puede parecer que estás a salvo, pero los zombis golpean fuerte y te rodean con facilidad. Por suerte, curarnos es muy sencillo y se produce de forma automática al ingerir el correspondiente consumible.
En la variedad está el gusto
El armamento es una parte fundamental de la experiencia de Dead Island 2. Trozos de madera, palos de golf, hachas, tuberías, machetes, cuchillos de cocina… hay un sinfín de posibilidades para enfrentarnos a los zombis, pero también hay que tener algunas cosas en cuenta. Las armas tienen una durabilidad limitada, por lo que una vez la alcancemos no podremos seguir usándolas. Es importante tener algunas armas adicionales útiles en la recámara para cuando llegue ese momento o reservar la más poderosa que tengamos para algún enfrentamiento difícil. Igualmente, mejorar las armas es fundamental para asegurar nuestra supervivencia en Los Diablos. Podemos aumentar su durabilidad, incrementar su poder de ataque o incluso añadir efectos elementales como electricidad o fuego para hacer arder a nuestros enemigos.
Lamentablemente durante nuestras seis horas de juego, entre las que se incluyeron misiones principales y secundarias, no pudimos hacernos con ningún arma de fuego, por lo que no pudimos probar cómo funcionan en acción. Nos quedamos con las ganas, pero al mismo tiempo muy satisfechos porque el combate cuerpo a cuerpo es tan satisfactorio como parece visto desde fuera. El entorno también cuenta con elementos a los que estar atentos para sacar el máximo partido a nuestros recursos. Hablamos de charcos que electrificar, bidones de gasolina que hacer saltar por los aires o pinchos con los que herir a los zombis… o a nosotros mismos. Igualmente, también podemos hacer uso de armas arrojadizas como cuchillos, cebos para atraer a los enemigos a una zona concretas o ítems explosivos. Todos ellos funcionan con un tiempo de recarga y no tenemos que acumularlos en el inventario. Cuando pase el tiempo necesario, podremos volver a utilizarlos sin límite.
Las cartas sobre la mesa
Hemos hablado de la ambientación en una magníficamente bien recreada Los Ángeles, muy vistosa y atractiva de entrada; de la posibilidad de elegir entre seis personajes y del combate cuerpo a cuerpo. Pero ahora queremos hacerlo también de las cartas, que se presentan como el elemento diferenciador de este Dead Island 2, pero que aún nos deja alguna duda. Además de las cartas principales y comunes para todos los supervivientes (que se desbloquean a medida que avanzas en la historia principal), cada uno de los personajes jugables tiene cartas exclusivas que dependen de sus puntos fuertes y débiles. Están relacionadas con la recuperación de energía, la capacidad de esquiva o bloqueo, la velocidad de combinación de ataques, etc. Sin embargo, todavía no hemos visto ese elemento diferencial que motive a iniciar más de una partida probando a otros supervivientes con builds totalmente distintas.
Se percibe que la mecánica tiene potencial de ofrecer muchísimas posibilidades a medida que avance el juego, pero en el early game (que es lo que son nuestras seis horas de juego) no se nota tanta diferencia entre usar unas u otras cartas. A lo que también le vemos potencial es a una historia principal que ya nos ha dejado misiones muy atractivas. Las secundarias, por su parte, están ahí para ofrecernos algunas horas adicionales, y dejándonos a algunos personajes que pueden aportar más profundidad y variedad al conjunto. Por ahora Dead Island 2 nos ha dado muy buenas sensaciones a falta de poder confirmar dos o tres cosas que solo podremos cuando tengamos ante nosotros la versión final del juego y podamos dedicarle muchas más horas.
Dead Island 2 llegará el próximo 21 de abril a Xbox Series X|S, Xbox One y otras plataformas.