Si hay un circuito, un coche y un piloto, siempre resultará la combinación perfecta para dar a conocer algo más que una sensación, un sentimiento que enfrenta a la máquina, al piloto y al cronómetro. Si combinamos esto con un catálogo de vehículos extenso, tenemos un juego de competir y coleccionar, tal como inventaron en Polyphony con Gran Turismo. Claro que, hace tiempo que no se sabe nada bueno de esta legendaria licencia a la que, en gran parte, le debemos mucho. Y es que Gran Turismo pudo ser el origen que motivase a un conjunto de amantes de la conducción en llevar a cabo una nueva licencia, para la consola rival, que aunase ese principio de correr y coleccionar con una pasión que se vive, conducir.
De este modo la licencia Forza Motorsport se ha convertido en un referente y pese a que la quinta entrega fue un tanto decepcionante, sea por el motivo que fuere, llega una nueva entrega con grandes ambiciones para la redención. De hecho, estas impresiones pueden ser de ayuda para aquellos que hayan pensado que descargarse la demo puede ajar la ilusión de esa espera hasta el día de su lanzamiento, el próximo 10 de septiembre para unos, el 18 para otros. Ahora bien, no podemos negar que si tenéis los dientes largos porque llegue ese día, leer esto os hará morderos los tobillos y es que la demo de Forza Motorsport 6, disponible en el bazar, ha dado cuenta de los principios básicos que este juego atesora, la sensación de conducir. La pasión ha vuelto, Forza Motorsport 6 es el exponente de ello.
Tres carreras tres
En cierto modo, uno de los aspectos más esperados, y confirmados, es la llegada de dos circunstancias condicionantes para las carreras, la nocturnidad y la metereología. En ninguno de estos casos se puede aplicar un componente dinámico, si bien, no se describe un ciclo horario dinámico, tal siquiera, un cambio metereológico que varía durante la carrera, lo que desilusiona un poco, pues la realidad es que estos aspectos, aplicados de forma dinámica, suponen un máximo común denominador para dar un componente más estratégico a la experiencia, vease, Project CARS.
No obstante, la llegada de estas dos características era esperada y para dar cuenta de ello, en el desempeño de mostrar el juego de forma amplia y concisa, dejando abierta la puerta al gran elenco de coches y circuitos que poseerá, permitir competir en cada estado es de vital importancia. Claro que, conducir de noche no parece muy diferente a hacerlo de día, si bien, en Yas Marina, con la iluminación del circuito, es en parte irrelevante. No obstante, existe un elemento clave, la temperatura del circuito, que ha sido considerada como un elemento que afecta notablemente a la conducción, pues, a bajas temperaturas, el neumático no agarra tanto. En un mismo ámbito, la lluvia, es de sobra conocido su efecto, además, añadiendo el aquaplanning, la experiencia puede dar más de un sobresalto.
De ese modo, describiremos tres carreras, porque la introductoria es un tutorial que aburre más que enseña, con el circuito de Lime Rock en seco, el citado Yas Marina de noche y el espectacular Sebring Circuit bajo una lluvia intensa. Tres situaciones diferentes que permitirán conocer bien cómo reaccionan los vehículos en cada circunstancia y se expone como el producto que es. Considerando, que cada manga de tres carreras sirve para clasificarse, digamos en el juego completo, aquí se habilitan otros circuitos en rivales para competir contra el crono, también se añade una experiencia de competición, tras la segunda carrera, donde nos montaremos en un Indycar en el legendario óvalo de Indianapolis.
Por tanto, la demo ofrece diversidad suficiente para hacerse una idea de lo que este juego puede ofrecer, salvo por los vehículos, donde con un catálogo de gama deportiva, algunos rivales permiten tener contacto con coches más potentes, pero lejos de la intensidad de las batallas que surgen en las carreras. También introducen aspectos como los mods, no penseis mal, son modificadores que condicionan las carreras, así como el acceso a la tómbola, que podéis pensar mal, porque suena así de cutre, supliendo al wheelspin de Horizon. De este modo, tenemos una demo completita, la cual, deja grandes expectativas para lo que será este juego.
Cada vehículo posee una personalidad propia
En cierto modo, todo esto no deja de ser algo que puede encontrarse en cualquier juego, si bien, en Forza Motorsport 6 se aplicarán los principios que hicieron a este juego ser el que debe. Claro está, hablar ahora de 450 coches parece mucho, no obstante, la referencia de que sea el juego que más coches tiene de esta generación no implica una superación real, pues esa cifra ya fue superada en la anterior generación.
Claro que, son las sensaciones que transmite cada uno, esa personalidad que caracteriza a los vehículos, algo que Forza Motorsport ha contemplado y transmitido y otros juegos realmente no lo consiguieron. Tanto por el tipo de tracción, la ubicación del motor y su consecuente distribución de peso, cada vehículo, estando de serie, transmite una serie de sensaciones que en la vida real suelen ser comunes. Es precisamente esto lo que provoca que haya adeptos a ciertas marcas, fans del equilibrio juguetón de los BMW, de la velocidad combinada con estilo de los Alfa Romeo, de la forma de desempeñar la potencia vía VTEC, o de la potencia bruta de los Muscle Cars americanos y sus icónicos motores HEMI.
Forza Motorsport siempre ha sido un título que ha conferido, gracias a su motor de físicas, un medio para encontrarse con estas piezas mecánicas, aparéntemente estériles y anónimas, en elementos que emanan vida propia. Cada vehículo es un mundo, más antiguamente, cuando la electrónica aplicada no diluía el minucioso trabajo de los ingenieros. En cierto modo, esto podría relacionarse con la experiencia que se tiene con o sin ayudas a la conducción, dado que el equilibrio artificial que estas proporcionan, silencian lo que cada vehículo tiene que decirnos. Si consideramos 450 vehículos, hablamos de sus fabricantes, los principales responsables de dar vida y carácter a estos y hablamos de Forza Motorsport 6 como el medio a través del cual se comunican con el jugador.
Claro que todo esto es muy emotivo y filosófico, también es una consecuencia de haber jugado a los diferentes títulos de la saga y una sensación que ha regresado tras haber jugado a esta demo y que, sin lugar a dudas, estará presente cuando llegue el juego completo. Esto es, el elemento que ha diferenciado Forza Motorsport de cualquier licencia de este género.
Conduciendo al límite, exprimiendo el coche
Pero dejemos el romanticismo a un lado, seamos prácticos. Lo que realmente importa es la conducción y Forza Motorsport 6 es un título que nos trae de vuelta la mejor experiencia posible. Dadas las mejoras incluidas, las sensaciones de estar a bordo de estas máquinas regresa con mucha fuerza. No podemos decir que Forza Motorsport 5 no lo hiciera, pero los cambios, sutiles a su manera, denotan que en Forza Motorsport 6 se han superado nuevamente.
Los neumáticos, principal elemento que pone en contacto el coche con la pista, se aplican de forma independiente y se nota que han trabajado para que su comportamiento sea adecuado. De hecho, pocos juegos han considerado el hecho de que en una curva, el eje interior es el que se somete a menor presión, a menor peso, siendo el que derrapará con mayor probabilidad y con ello, se incrementará su temperatura de más, perdiendo agarre. Ver como el indicador de temperatura no indica que ambas ruedas del mismo eje se calientan por igual, es un detalle que importa, y mucho. Es pronto para determinar si han mejorado el desgaste de los neumáticos en largas tandas, pero hay otro elemento que sí han corregido, el consumo de combustible es más correcto y nos podemos quedar sin gasolina si no entramos a boxes a repostar.
Claro que, las físicas son importantes, pero tras haber mirado los neumáticos, aplicadas a la carrocería, encontramos un sinfín de fuerzas que tiran, empujan y desplazan la masa del vehículo. Ahí también entrarían en juego los amortiguadores, los cuales absorben parte de estas fuerzas para que el coche siga la trazada. Resulta muy interesante cómo se han trabajado para dar sensaciones encontradas, como una suspensión blanda puede dar más de un susto o cómo, si no se absorbe la vibración del piano o pisamos hierba, podemos tener problemas para mantener el coche en pista. Puedo asegurar, de primera mano, que un descuido puede hacer perder el control y acabar volcando. De hecho, uno de esos aspectos que, si bien se introdujo anteriormente, no se consiguió un resultado óptimo, en este caso si lo han conseguido. Puede que en Forza Motorsport 6 tengamos que reiniciar más de una carrera, pues lo que antes parecía imposible, ahora no lo es, volcar dará al traste con toda posibilidad de llegar a meta.
Claro que hablamos de los daños y pensamos, interesante apuesta por estos, si bien, su aplicación visual cada vez es más decepcionante, no así, con el entorno, donde incluso los muros de neumáticos sufrirán nuestra precipitación en una curva y veremos cómo se mueven y pierden su posición. Puede que, de todas formas, las imprudencias se paguen, pero Forza Motorsport 6 no ha perdido su caracter bonachón, donde el coche puede soportar más fuerzas G de las que otros juegos permiten. Ahí reside, generalmente, la diferencia entre arcade y simulador, donde Forza Motorsport sigue residiendo entre ambos conceptos, acercándose más a la simulación que al mero y vanal arcade.
Tras varias carreras, si hablamos de la conducción, si que se notan las diferencias dentro de los diferentes estados de la pista, sobre todo, en lluvia. No es que el coche derrape más, que suele ser lo que la mayoría de juegos representa cuando la pista se moja, sino que la trazada se abre, el coche no agarra tanto y debemos ser más cautelosos. Como norma general, muchos juegos han añadido esta opción más como un salto entre seco y hielo, perdiendo la gracia en la mayoría de ocasiones, pues el resultado, más que realista, es desquiciante. Según parece, por lo visto en esta demo, la lluvia aporta un grado de dificultad superior por requerir de mayor precisión y precaución a la hora de llevar a cabo frenadas o acelerones bruscos. Claro que el mayor problema que nos encontramos, son los charcos, una auténtica prueba de obstáculos para no acabar saliéndonos de pista y dando al traste con nuestras posibilidades de conseguir una victoria o el mejor tiempo.
En definitiva, dentro de la experiencia, las novedades introducidas han sido acertadas, algo que, dado el recelo de la experiencia con otros juegos que aplicaron estas nuevas características, era necesario.
Un lujo para la vista
Por último, y quizás porque para los amantes de la conducción sea lo menos relevante, los gráficos de este juego siguen siendo un espectáculo visual que se inició con la cuarta entrega y se consagró en el último título. 1080p y 60fps, una máxima para Turn10 y un objetivo cumplido. Continuando con lo visto en Forza Motorsport 5, en esta ocasión el cambio no sorprende, al menos, hasta que nos encontramos conduciendo de noche o bajo la lluvia, donde nuevos efectos surgen y deslumbran.
Las carreras nocturnas son un espectáculo, si bien, como hemos dicho, en Yas Marina no se da la opción de observar como los focos iluminan el oscuro escenario, si se procede a ver efectos interesantes, como el brillo de nuestros focos en el parachoques del coche que va delante. Ahora bien, puede que por la pista, no se visualiza el reflejo de los focos del coche que nos sigue dentro del habitáculo, habrá que esperar a ver si realmente se ve, pues es importante para tener una referencia visual sin mirar atrás.
La lluvia es, no obstante, lo que más espectacularmente se ha reproducido, mejorando lo que se vió en Forza Horizon 2, sobre todo, en los efectos visuales que se ven en el parabrisas. Cuando el limpia hace su trabajo, las gotas se desplazan a los lados de forma notoria, no obstante, puede que este efecto no esté totalmente logrado, incluso, que haya otros juegos que hayan dado con un efecto visual más correcto. Nadie puede negar que el resultado sigue siendo impresionante, si bien, otros efectos visuales no son tan contundentes como el espectacular Project CARS, como el spray. Todo esto sirve para tener una experiencia diferente a lo habitual con respecto a sus antecesores, si bien, lo que realmente importa es cómo transmite las condiciones ambientales, más que el cómo se ven. Esto podría mejorarse, pero más por como se ha hecho que por el resultado visual ejecutado.
¿Seguirá siendo el rey?
Ahora es un momento clave para Forza Motorsport 6, principalmente, por la existencia de competencia. Con un catálogo de vehículos extenso, aunque personalmente creo que debería ser mayor, es el que más coches ofrece en esta generación y además, viendo la lista que se ha publicado, son diversos en todos los aspectos.
Observando su apartado visual, observamos que es un juego que luce espectacular, si bien, en algunos aspectos hay otros títulos que pueden haber obtenido un resultado más acertado, que no espectacular. Y es que el rendimiento, sólido, mantiene una tasa de frames que permite que la experiencia sea fluida y se disfrute mucho más. El uso de los Drivatares es común, aunque a estas alturas poco habrán aprendido, hasta el punto de saltarse algunas curvas que ahora tienen obstáculos que no ven.
Pero lo más importante es saber que llega el título que conseguirá redimir a Turn10 de un juego precipitado. Da la sensación de que este juego es el que debió ser el anterior, que puede obviarse en cierto modo, pues Forza Motorsport 6 casi está aquí, llegará el 18 de septiembre en exclusiva a Xbox One.