El 26 de julio llegó al programa Xbox Game Preview el espectacular We Happy Few. El nuevo juego de Compulsion Games, creadores del mágico Contrast, que nos sorprendió a todos en el pasado E3 2016. Eran muchas las ganas de probarlo, su estética y ambientación, tan llamativas, se entremezclan con una narrativa muy potente. Y es que, la representación distópica que hace We Happy Few de las carencias de la sociedad es sublime, además, se trata de una experiencia completamente inmersiva en la que sufriremos con nuestro protagonista. Al juego todavía le quedan varios meses de desarrollo para estar pulido y preparado para el lanzamiento, esta versión de prueba no es más que un retazo de lo que será el título final. Estas son nuestras impresiones de We Happy Few en su versión preview.
Que dé comienzo la locura

La realidad está muy lejos de ser perfecta en We Happy Few
Nos trasladamos a Wellington Wells en el año 1964. En apariencia se trata de una población completamente feliz, no hay problemas, todo es perfecto y funciona como debe ser. Sus habitantes son extremadamente felices y no hay quejas hacia nada ni nadie. Sin embargo, una sociedad tan perfecta no puede ser real y los problemas, que se han intentado ocultar, se hacen más que evidentes a los minutos de juego. Muy pronto, descubriremos que el mundo idílico de los habitantes de Wellington Wells está podrido hasta el fondo.
La ciudad oculta su pasado y no quiere recordar ni ser consciente de la realidad a la que se enfrentan día a día. Esto lo consiguen gracias a la toma de una droga llamada «Joy». Joy es el bien más preciado de los ciudadanos de esta caótica ciudad, la droga ayuda a que no tengan presente un oscuro pasado que nadie quiere recordar. Joy hace creer a los habitantes que son libres y que tienen las riendas de su vida, pero nada más lejos de la realidad, están totalmente controlados por el consumo y son dependientes de Joy. La solución a todos los problemas de esta sociedad distópica es esta sustancia, que tendremos que tomar de manera obligatoria si no queremos ser perseguidos.
Con esta premisa nos pondremos en la piel del protagonista, Arthur Hastings, ocupado de censurar ciertas noticias en el periódico local. Nada más empezar nos veremos valorando si las noticias del día son aptas para publicar o si, por el contrario, es necesario que sean censuradas. Justo en ese momento, al leer una de las publicaciones, un recuerdo horrible asalta la memoria de Arthur Hastings. Tendremos que elegir entre tomar la pastilla de Joy y olvidar o, por el contrario, no tomarla y recordar. Esta sencilla decisión tiene consecuencias diferentes y será de vital importancia para el desarrollo narrativo. Si tomamos Joy, experimentaremos lo que pudimos ver en el E3 de 2016. Sin embargo, si decidimos no tomarla nos descubrirán y seremos catalogados de no creyentes, seremos «Downer» y la perturbada policía de la ciudad comenzará una batida para darnos caza.
Supervivencia en una realidad psicopática

We Happy Few es un juego de supervivencia en el que tendremos que recolectar para sobrevivir
Exiliados de la ciudad y su fantasiosa realidad, despertaremos en un extraño búnker. En este punto se presentan las mecánicas de juego que nos servirán para sobrevivir a lo largo de la historia. We Happy Few tiene unos marcados tonos de supervivencia, tendremos que estar muy atentos a los recursos que podamos conseguir en el entorno. Registrar muebles, armarios, todo lo que encontremos a nuestro paso y que podamos recolectar será primordial para sobrevivir. El concepto del búnker es uno de los más importantes, será una especie de base en la que podremos acceder a una caja fuerte en la que guardaremos nuestros preciados recursos y, además, podremos recuperarnos descansando de las persecuciones.
We Happy Few es un survival psicopático, no tendremos que huir de zombies o de seres sobrenaturales, tendremos que huir de la dependencia de Joy y de los habitantes que han perdido el juicio. Para sobrevivir, a parte de recolectar, tendremos que tener en cuenta el ciclo de sueño del protagonista. Es crucial vigilar las horas y los medidores de necesidades para no caer en un fatídico sueño por cualquier calle de la hostil Wellington Wells. Para ello, en el búnker encontraremos una cama que podremos usar para descansar. Alimentarnos con lo que encontremos y beber agua o líquidos será vital para avanzar en la historia. Hay que tener muy claro el concepto de que es un juego supervivencia, por lo que no gustará a todos.
El inventario podrá saturarse si recogemos demasiados objetos, por eso, es importante gestionar bien los recursos y utilizar la caja fuerte. Otro elemento que nos ayudará en la supervivencia será el mapa, en él se mostrarán los objetivos y las ubicaciones de puntos de interés.
Los Downers

Habrá misiones secundarias que nos encomendarán ciertos personajes
La realidad se cierne sobre nosotros en cuanto salimos de nuestro refugio. En este punto ya no estamos bajo la influencia de Joy, por lo que podremos ver la auténtica realidad de la sociedad. Llamará la atención la presencia de otros Downers, estas personas han perdido la razón por completo y se encuentran desesperanzadas y envueltas en la locura. La misión de estos personajes será la de deprimirnos. Conseguirán, a pesar de no recordar las cosas con claridad, que veamos todo de una manera más pesimista. Influyen directamente en la inmersión del juego y resulta un punto muy importante para sentirnos parte de la narrativa. Además, algunos de estos Downers nos encomendarán misiones secundarias que parten directamente de su visión depresiva del mundo. Completar los elementos secundarios nos aclarará un poco más los hechos que han llevado a la sociedad hasta ese punto.
Estos deprimidos personajes guardarán tan bien sus bienes que llenarán la ciudad de trampas. Utilizar nuestro ingenio para sortearlas y desactivarlas será otra de nuestras misiones. Si los Downers consideran que tenemos un comportamiento fuera de lo normal se dedicarán a perseguirnos para acabar con nosotros. Es posible que en puntos concretos del juego nos veamos rodeados de Downers que nos persiguen en tropel, será importante ir con cuidado ya que no seremos capaces de acabar con todos. Podremos utilizar escondrijos para darles esquinazo y seguir con nuestras rutinas de supervivencia. Otro punto curioso y a tener en cuenta es que si nuestros ánimos decaen será posible tomar alguna que otra píldora de la «felicidad» con la que engañaremos a nuestro cerebro y evadirnos de la realidad.
Escenarios distópicos hacia la locura

La ambientación de We Happy Few es espectacular y muestra la destrucción y la mentira a partes iguales
Uno de los puntos fuertes de We Happy Few es su potente raíz distópica. Representa el caos, el engaño y el sometimiento a través de una estética y escenarios sobrecogedores. Cargados de detalles dantescos si decidimos no tomar Joy, y repleto de colores de mentira si tomamos la codiciada droga. El motor gráfico Unreal Engine 4 potencia esta ambientación y la dota de una naturaleza llena de vida. El diseño de los escenarios es impecable y resulta perfecto para el desarrollo de la narrativa ya que facilita que profundices en ella.
We Happy Few se encuentra en formato preview, lo que hemos podido jugar no es la versión completa del título, es una alpha. Por esto, esperamos cuantiosas mejoras que llegarán con la versión final. Se implementará un sistema de aletoriedad más que interesante, la historia que falta por puntualizar o los personajes. Todo eso nos espera en la versión completa de We Happy Few.
Podéis haceros con lo que está disponible por el momento en Xbox Game Preview por 30 euros.