Cuando durante la conferencia de Microsoft de la pasada Gamescom 2014 se anunció el lanzamiento de Screamride, en exclusiva para Xbox One y Xbox 360, muchos no supimos qué esperar de este juego. Siendo un juego desarrollado por Frontier Developements, creadores de la mítica serie RollerCoaster Tycoon, ¿era Screamride una nueva franquicia de construcción de parques de atracciones a lo RollerCoaster Tycoon pero con tintes… especiales? ¿O era algo totalmente distinto con estilo propio?
La respuesta está más cerca de lo segundo que de lo primero, pero para que salgamos de dudas antes del lanzamiento del juego el próximo 6 de marzo (eso en Europa, en Norteamérica lo podrán disfrutar desde el 3 de marzo), Microsoft lanzó anoche una demo de Screamride, y en SomosXbox ya la hemos probado. Si te da pereza descargarte los menos de 3Gb que ocupa la versión de Xbox One, nosotros te contamos lo que nos ha parecido.
Lo primero que hay que decir es que no, Screamride no es un constructor de montañas rusas al uso como puede serlo RollerCoaster Tycoon (franquicia que ojalá llegue a nuestras consola de nueva generación). Aunque tenemos un elemento común muy evidente, como es la construcción de una montaña rusa, las similitudes acaban ahí. Al menos por lo que podemos ver en la demo de Screamride. De hecho no ex exclusivamente un juego de construcción de montañas rusas, ni de parques de atracciones como los RollerCoaster Tycoon. No, Screamride se divide en tres modos de juego muy distintos entre si: screamrider, demolición e ingeniero.
En el modo screamrider nos ponemos al «volante» de un vagón de una montaña rusa ya construida y sólo tenemos que conducirlo para lograr completar el recorrido lo más rápido posible, y hacerlo lo más emocionante que se pueda. Para ello contamos con la ayuda de un turbo que podremos recargar en algunas secciones de la vía con una suerte de quick time event, o con la habilidad de hacer oscilar el carro y ponerlo «sobre dos ruedas» para acojonar al personal. De hecho es posible inclinarlo más de la cuenta y que el vagón salga despedido. Todo ello para culminar el recorrido empotrando el vagón contra un rascacielos, como si de una bala de cañón se tratara, o en plan bola de demolición.
Y de demoler va el modo demolición (¿a que no se te había ocurrido?). Jugar a demolición es como jugar a Angry Birds pero en tres dimensiones, y el que no esté de acuerdo debería hacérselo mirar. En esta ocasión estamos a los mandos de un brazo que oscila en círculos, en cuyo extremo tenemos colocada una esfera o una cápsula (dependiendo de que «proyectíl» elijamos) y dentro estarán dos sujetos de pruebas. Nuestra labor aquí es apuntar el brazo, ajustar la velocidad de giro y soltar la esfera o la cápsula en el momento justo para causar la mayor destrucción posible en los edificios del mapa. Podemos causar reacciones en cadena si acertamos a los explosivos colocados en la base de los edificios o si logramos que nuestro peculiar proyectil rebote en sitios estratégicos para seguir causando más daños. La verdad es que a pesar de recordar tanto a Angry Birds, puede que sea el modo más divertido y desenfadado del juego.
Por último nos encontramos con el modo ingeniero, que tal vez sea lo más parecido a RollerCoaster Tycoon que tiene Screamride. Pero aún así la diferencia es abismal. Aquí no se trata de construir y gestionar un parque de atracciones, sino de construir una montaña rusa que cumpla las condiciones que nos exija el nivel. Nada más. Eso sí, para ello contamos con un editor de montañas rusas muy, pero que muy sencillo pero igualmente muy potente y depurado que permite hacer auténticas locuras en el diseño de las montañas rusas. Aunque sin duda lo mejor de este modo de juego es probar las montañas y ver como los sujetos de pruebas salen disparados de los vagones (lamentablemente en el vídeo que hemos grabado, no sale ninguno despedido… 🙁 ).
En general Screamride es un juego muy divertido con un toque gamberro que nos puede dar bastante diversión, suponiendo que en el juego final haya muchos más niveles que los mostrados en la demo de Screamride para justificar los 40€ que costará en Xbox One, 30€ en Xbox 360.