La semana pasada Bethesda decidió presentar su suscripción para Fallout 76, Fallout 1st. Una suscripción que habilitaba la opción de poder crear partidas privadas en el MMORPG y que ha sido foco de muchas polémicas a lo largo del fin de semana. Pero lo peor de todo es que desde la comunidad de usuarios de Fallout 76 se ha mostrado la indignación al sentir que Bethesda ha segmentado la comunidad en usuarios Premium y el resto. Es por ello que la propia comunidad de Fallout 76 ha declarado la guerra a los suscriptores de Fallout 1st boicoteándoles en la medida de lo posible.
Según se ha definido esta situación, es una guerra de clases entre los que son suscriptores y los que no lo son. Una situación que ha llevado a muchos usuarios a aplicar la justicia por su cuenta cuando se encuentran con estos usuarios. Se ha llegado, incluso, a hacer quedadas para ir en contra de los suscriptores. Suscriptores, que por otro lado, han instado a otros a intentar defenderse de estos usuarios que han llegado a definir de «animales».
Fallout 76 is having a full on class war and I can't stop reading about this trainwreck pic.twitter.com/EDixr4n97K
— Freyjavalentine dot bsky dot social (@FreyjaErlings) October 27, 2019
No es que se pueda aprobar este tipo de conductas bajo ninguna circunstancia, pero es un claro indicativo de que Bethesda ha planteado una solución poco elegante para esa opción de crear mundos privados. Unos mundos, que en su establecimiento, resultaron ser deficientes e incompletos. Un servicio de suscripción que, además de resultar demasiado caro, no logró aplicar esas mejoras que los suscriptores habían demandado,.
La comunidad adquiere el dominio de Fallout First para mostrar su enfado
Y queda la resignación general, por parte de los suscriptores de ser ahora objetivo de muchos usuarios descontentos que les pueden amargar su existencia mientras no se solucione el problema. Pero sobre todo, lo que queda claro es que la persistente y paciente comunidad de Fallout 76, que lo suyo han tragado hasta ahora, tiene la sensación de haber sido dados de lado. No es que se pague por tener acceso a servidores privados, es que se añaden ventajas que no se comprenden a nivel de usuario.
Ahora bien, el comportamiento de los usuarios dista mucho de ser honorable. Las empresas tienden a ofrecer muchas soluciones de pago para aquellos que pagan. Los duplicadores de experiencia, los pases de batalla y todo ese tipo de artículos de pago adicional que, de no ser un éxito de recaudación no existirían, son adquiridos por muchos jugadores, dividiendo a la comunidad, pero en el más absoluto anonimato. Ahora, esta suscripción de Fallout 76 parece concatenar errores. Primero por crear una categoría premium dentro de la comunidad y, segundo, por distinguirlos visualmente durante la partida para que sean objetivo de todos aquellos usuarios que no comprenden la decisión de Bethesda como la de aquellos que avalan este tipo de iniciativas.
Al final, tras un arranque dubitativo de Fallout 76, su crecimiento y buena dirección vuelve a verse lastrada por una polémica. En esta ocasión, ha llevado a que la comunidad de Fallout 76 haya declarado la guerra a los suscriptores de Fallout 1st, dividiendo así a los jugadores en bandos enfrentados.