La polémica de los DLCs exclusivos ha sentado un peligroso precedente para muchos. Tras el anuncio de Ubisoft acerca de la exclusividad para PS5 del DLC de Avatar Frontiers of Pandora, muchos ven esta situación como un ataque contra el usuario, ya que el contenido, a pesar de ser de tipo cosmético, sólo estará disponible para PS5, aunque el juego en general no goce de exclusividad con Sony.
Estamos de acuerdo en que el dinero y el rédito económico son importantes, y la industria de los videojuegos no es precisamente la excepción a ello. Sin embargo establecer una política tan controversial como cobrar por DLC (dependiendo de la consola) o hacerlo exclusivo en según qué plataforma se lance, se puede tomar y con motivos, como un ataque contra el usuario. Estos son los planes de Ubisoft con respecto al contenido adicional de Avatar Frontiers of Pandora.
La polémica de los DLCs exclusivos impregna el mundo de los videojuegos con el caso del nuevo juego de Avatar que tanto hype había creado
Avatar Frontiers of Pandora tiene prevista su llegada para el próximo 7 de diciembre, sin embargo las últimas decisiones reprochables que ha tomado Ubisoft al respecto han hecho que la plataforma que más beneficiada se vea con la llegada del juego sea PS5. Esto al margen de ser un hecho aislado, puede extenderse también a otros juegos y contaminar aún más la industria del gaming que se ha visto salpicada por esta clase de situaciones últimamente.

Y esto es ni más ni menos por la política lamentable de que el DLC de Avatar Frontiers of Pandora sólo estará disponible para la consola de Sony, lo que hace que el resto de jugadores no puedan disfrutar de este contenido. Cierto es que estamos hablando de algo meramente estético, pero por algo se empieza.
Si este tipo de prácticas se consolidan, no nos extrañe que en el futuro veamos a más juegos realizando este tipo de acciones, e incluso sacar DLCs completos de historia sólo para una plataforma determinada a pesar de no tener exclusividad desde un inicio. Sólo el tiempo y la comunidad tienen la potestad para decidir qué camino acabarán tomando las compañías en base a nuestra reacción antes estas políticas tan confusas.