Hace unos días se montó una buena por un cambio de política de Unity, suponiendo un cambio en el modelo de negocio que parecía afectar de forma sustancial a muchos estudios. No obstante, parece que se ha pecado de cierto sensacionalismo en la forma de comunicar esta información, hasta el punto de que las consecuencias están siendo realmente graves para la empresa, y puede afectar muy negativamente a muchos otros estudios.
Una de las respuestas obtenidas a la marea de quejas que han llegado desde la comunidad de desarrolladores, es que el cambio de modelo suponía un cambio en el cobro dependiendo de las ventas. Cobrar, hasta 20 céntimos de dólar por descarga, si se usa la suscripción gratuita, y 1 céntimo a los que están suscritos en el modelo más caro, era solo parte de la información. Por que para ello, se requería de vender al menos 200.000 copias en un año.
Today we announced a change to our business model which includes new additions to our subscription plans, and the introduction of a Runtime fee. We wanted to provide clarifying answers to the top questions most of you are asking.
Yes, this is a price increase and it will only…
— Unity (@unity) September 12, 2023
Ha hecho falta una aclaración del cambio de política de Unity para que los estudios se tranquilicen
La reacción de Unity ha sido clara, explicando las circunstancias reales dadas muchas de las publicaciones que no estaban siendo realistas u objetivas sobre este cambio de politica de Unity. Tal como se puede ver en el post publicado en la cuenta oficial de Unity en la red social X, se explica que «se trata de un aumento de precio y sólo afectará a un pequeño subconjunto de usuarios actuales de Unity Editor.», pero como hemos dicho «los desarrolladores que se verán afectados generalmente son aquellos que tienen juegos exitosos y generan ingresos muy por encima de los umbrales que describimos en nuestro blog». Siempre se ha relacionado Unity con un motor más accesible para los pequeños estudios y, pese a que haya dado la sensación de que ahora no es así, parece que es una mala conclusión extraída de una tendencia sensacionalista de los titulares orientados al bait.
Y es que, «los desarrolladores que todavía están construyendo su negocio y aumentando la audiencia de sus juegos no pagarán ninguna tarifa», se explica en el comunicado, pues «el programa fue diseñado específicamente de esta manera para garantizar que los desarrolladores puedan tener éxito antes de que la tarifa de instalación entre en vigencia». Es ahí donde se deja claro que para aplicarse esta tarifa, que se pondrá en vigor el 1 de enero de 2024 y no tendrá efecto retroactivo, se requiere de una serie de condiciones, como vender 200.000 copias en un año, o 200 dólares de beneficio en ese mismo periodo.
https://t.co/qg6yjZzL1d pic.twitter.com/5IJG9Hzgoc
— Innersloth 🦥 (@InnerslothDevs) September 12, 2023
Para explicar este cambio, se notifica que «cobraremos una vez por una nueva instalación; no una regalía de licencia perpetua y continua, como la participación en los ingresos. Buscamos formas de reducir el impacto en los desarrolladores y proporcionar formas de reducir a cero la tarifa de Runtime». Gran parte del revuelo parece estar asociado con cómo afectaría esto a los juegos que usan Unity y están incluidos en Game Pass u otros servicios de suscripción. Según se explicó en una primera instancia, los que se harían cargo del pago tras el cambio de política de Unity, serían los proveedores del servicio y no la desarrolladora. De ahí, que quedase tan bonita esa afirmación de que sería Microsoft quien pagaría por los juegos con Unity que se incluyan en el servicio. Se ofrece toda la información a través de su blog oficial.
Si atendemos a las cifras que se manejan en torno al cobro de ese canon, nos hemos puesto en contacto con el desarrollador de SuperWoden GP, y nos ha dejado claro que no es tan sencillo alcanzar esas cifras que se han puesto, siendo algo que, incluso, parece excepcional. Tomando los datos ofrecidos por devuego, una web centrada en los estudios españoles, podemos observar que obtener 200.000 copias para un estudio independiente es complicado, y si se expone un plazo de un año, todavía más. Es evidente que muchos se han beneficiado de las oportunidades que ofrecen desde Unity, y ahora que la empresa requiere de cobrar más aplicando este cambio de política de Unity, nadie quiere ceder un euro de sus ingresos para lo que una empresa puede necesitar para seguir ofreciendo los servicios que están ofreciendo.
En base a esto, las decisiones que algunos estudios parecen estar tomando parecen más pataletas que situaciones realmente graves que les afectan negativamente. El caso de Cult of the Lamb, que en seguida instó a los usuarios a comprar el juego ahora por que lo borrarán el 1 de enero de 2024, sencillamente parece un error que les afectará más a ellos que seguir con su actividad.
Buy Cult of the Lamb now, cause we're deleting it on Jan 1st. 😘 https://t.co/nSWg9DP0sh
— Cult of the Lamb 💅 🌈 (@cultofthelamb) September 12, 2023
Incluso, hemos visto cómo algunos fanboys de redes sociales han buscado aparentar solidaridad con algunos proyectos que, como consecuencia de este cambio y al ver la luz en Game Pass, han anunciado ciertos recortes de su actividad. Pero, ¿acaso se considera una compra un juego descargado en Game Pass? Sería un poco fraudulento manejar la información de este modo y, aunque no se ha dicho nada que matice este aspecto, la relación entre pago por descarga y su presencia en los diferentes servicios de suscripción ha generado una información que no está oficialmente respaldada.
Y todo parece deberse a que no se han querido informar debidamente y que la información obtenida eran titulares de noticias que han provocado una crisis mucho más grave de lo que es. Y es que, como dice Unity, no tendrá efecto retroactivo y las desarrolladoras que han conseguido éxito han visto peligrar los ingresos que han obtenido años atrás. Solo sirve como una referencia para cobrar la tarifa que corresponda a partir de la fecha indicada.
Parece que, como siempre, cuando la información llega sesgada por intereses particulares, el desenlace de los acontecimientos se descontrola hasta llegar a límites que nadie es capaz de prever, mucho menos de asumir consecuencias. La empresa tiene ahora grandes problemas y se cuestiona la figura de alguien que siempre ha estado en entredicho, como Riccitelo. Pero lejos de darse cuenta de que esto es un negocio donde la gente trabaja para conseguir dinero, dudo mucho que nadie estaría de acuerdo a trabajar de gratis en ningún sitio.
La propia empresa ha tenido que salir a escena para matizar información que no se ha querido dar, como que esto apenas afecta a muchos estudios que usan Unity de una forma que otros proveedores de motores no hacen. Unity ganó mucha popularidad por ser sencillo y sobre todo, accesible. Pero, este motor no se ha quedado anclado en una herramienta obsoleta, sino que ha buscado acercarse técnicamente a otros motores como Unreal Engine. Y eso es invertir constantemente para ofrecer mejores herramientas a todos los estudios. Solo los juegos más exitosos tendrán que pagar esa nueva cuota, y queda esperar cómo debería aplicarse en el caso de los juegos que lleguen a través de servicios de suscripción, por que ahí las cifras pueden ser muy distintas.
Pero lo cierto, siendo algo que nos han dejado claro, por ejemplo con estudios españoles, es que alcanzar esas cuotas que harán requerir de pagar, está al alcance de muy pocos. La gran mayoría de estudios que buscan crecer y ofrecer nuevos juegos, no se verían afectados realmente. Mejor no pensemos en lo que se cobra por licenciar un juego o accesorio en una plataforma, mejor no pensemos lo que ha llegado a hacer Epic Games con algunos estudios que usaron Unreal Engine. Queda claro que hay determinadas declaraciones que, sin un respaldo oficial, pueden llegar a convertirse en un titular que afecte de forma grave a la industria en general.
Al final, esto es un negocio con varios estratos y resulta triste que haya tanta gente aplaudiendo a las ocho desde una red social sin entender bien los requisitos reales de hacerles llegar los juegos que juegan.