Como habréis imaginado si seguís nuestra cuenta en Twitter, esta mañana hemos visitado las oficinas de Microsoft para asistir al evento de presentación en España de Ori and the Blind Forest, el primer gran juego exclusivo para Xbox One en este 2015 (con permiso, eso sí, de Screamride) y que supone el pistoletazo de salida tanto de los exclusivos de la consola como de la próxima oleada de títulos procedentes del programa ID@Xbox para desarrolladores independientes, aunque de esto último hablaremos dentro de poco. Ahora toca hablar de Ori, la estrella del evento y uno de los títulos más atractivos gráficamente de los próximos años, os contamos sus principales puntos clave.
Derrochando arte
Mi compañero Alex ya pudo probar una versión preliminar del juego hace casi un año en la Gamescom, y en sus impresiones destacó la calidad artística del juego como principal elemento, algo que he podido comprobar de primera mano. Lo cierto es que el aspecto visual de Ori and the Blind Forest nos evoca sin remedio al viejo debate sobre arte y videojuegos no solo por lo bello de su construcción, sino también por haber conseguido la difícil tarea de transmitir una sensación y una personalidad únicas cuando jugamos al juego.
El diseño de los escenarios ha sido cuidado al detalle siendo en su mayoría dibujados como un concept art de varias capas que permite ese diseño en 3D manteniendo el aspecto de una animación tradicional pintada sobre papel y apoyada con las partículas de luz y otros elementos que dotan de vida a todo el conjunto. La banda sonora orquestal por su parte contribuye a enfatizar una atmósfera que ya brilla con luz propia y que transmite al jugador el propio significado de la belleza. Y por su parte Ori, el personaje protagonista, tiene un buen puñado de animaciones y movimientos muy precisos y cuidados al detalle para acabar de poner el broche final al apartado artístico de Ori and the Blind Forest.
Durante la presentación tuvimos la oportunidad de charlar vía conferencia Skype con Thomas Mahler, director del juego, y nos confesó que si bien no le preocupa demasiado el debate sobre si Ori and the Blind Forest es o no arte en un videojuego, quiere asegurarse de que realmente el jugador disfruta de una experiencia única durante el viaje que supone este videojuego. Y a falta de poder probar el título definitivamente (atentos a la web porque no deberíamos tardar demasiado en tener un análisis) parece que el objetivo está más que conseguido.
Aprovechando la potencia de Xbox One
Sin duda los juegos indies no destacan (ni tampoco tienen necesidad de hacerlo) por la calidad técnica de sus títulos ni por exprimir de forma exigente el hardware de las consolas. Ori and the Blind Forest, sin ser un portento gráfico ha sabido aprovechar su posición privilegiada como título exclusivo haciendo gala de un apartado técnico muy logrado manteniendo al juego en los tan populares 1080p de resolución y 60fps de tasa de refresco. Especialmente importante es el caso de la tasa de refresco, ya que nos prometen que esto permitirá un control más preciso de Ori, algo necesario si queremos sobrevivir en el peligroso mundo al que nuestro pequeño amigo debe enfrentarse.
Parece pues que Ori and the Blind Forest no será un juego demasiado sencillo y que requerirá un cierto nivel de exigencia para el jugador aprovechando la calidad del mando de Xbox One además de ese incremento del framerate con respecto a otros título similares. La jugabilidad sería en principio bastante parecido a lo visto en juegos como Dust: An Elysian Tail pero siempre con una personalidad propia muy característica del juego.
Cuidando los detalles
Moon Studios, el estudio detrás de este título, ha puesto mucho empeño en cuidar todos y cada uno de los detalles para convertir Ori and the Blind Forest en una experiencia inolvidable. Además de los apartados que hemos destacado durante este avance, tenemos que prestar especial atención al guión, en palabras del propio equipo inspirado en películas como El Rey León o algunas creaciones del estudio japonés Studio Ghibli además de juegos clásicos como Zelda o Metroid.
Ori es una historia de crecimiento. El jugador se mete en la piel de un espíritu del bosque que, tras perder a su madre, emprende un viaje durante el cuál debe descubrir más sobre el mundo que le rodea. El pequeño Ori es un ser pequeño y frágil y el objetivo del estudio era conseguir que el jugador se preocupara realmente por los sentimientos y el estado de este peculiar protagonista a lo largo por su viaje por las tres niveles diferentes.
En definitiva, Ori and the Blind Forest se presenta como un gran título que todo fan de los videojuegos debería probar, como seguro que coinciden los afortunados ganadores de nuestro sorteo para asistir a las oficinas de Microsoft Ibérica ha probarlo en exclusiva antes que nadie. El resto aún tendréis que esperar un poco más a que esté disponible, concretamente al 11 de marzo.