Ante todo, la saga Call of Duty es una de las que goza de mayor popularidad entre todos los jugadores del mundo y esta última entrega no iba a ser menos, repitiéndo el enorme éxito que la franquicia lleva cosechando desde su excelente Modern Warfare. Sin embargo, no todas son buenas noticias para Infinity Ward, ya que a pesar de conseguir alzarse como el juego más vendido en los Estados Unidos durante el pasado mes de noviembre, según la información ofrecida por Games Industry, las ventas de Call of Duty Infinite Warfare caen respecto a las de Black Ops 3 en un 27%.
Como podemos comprobar, la licencia de Activision sigue batiendo todas las marcas, pero esto no quita que esta entrega esté muy por debajo del rendimiento comercial cosechado por el videojuego que Treyarch nos ofreció el pasado año y todo esto teniendo en cuenta el gran reclamo que tiene la edición Legacy al contener una remasterización tan esperada.