Las palabras de Phil Spencer el otro día supusieron un gran revuelo en la comunidad de jugadores que vieron indicios del abandono de Xbox One o el cambio del modelo hacia una plataforma que podría actualizarse su hardware. Pero como suele ser habitual, parece que esas conclusiones no son más que malinterpretaciones de unas palabras que engloban la descripción del concepto de comunidad que Microsoft ha comenzado con su iniciativa de llevar los juegos a Windows 10.
Lo primero que fue aclarado fue su respaldo a Xbox One, donde Phil Spencer asegura que Microsoft seguirá apoyando Xbox One, sin embargo, a la otra cuestión, la que hace referencia a la posibilidad de actualizar el hardware. Lo ha realizado en un podcast con Major Nelson, donde ha matizado que no es el plan de Microsoft «romper» la consola para actualizar de forma individualizada su hardware por piezas. «Hay algo especial en lo que sucede con las consolas, compras un dispositivo, lo conectas y funciona cuando lo enciendes. No vamos a vender un destornillador dentro de cada consola».
Pero esto no quiere decir que esté contradiciendo sus declaraciones, manteniendo la idea de no tener que esperar varios años para recibir un nuevo hardware que rompa con el que se disfrutaba, aunque no ha querido hacer demasiada referencia a como podría llevarse a cabo este proceso, pues ahora mismo parece ser un planteamiento que están valorando, más que una alternativa que está decidida.
«No estoy anunciando un nuevo hardware, soy feliz con la consola que tenemos y la plataforma que hemos construido sobre ella. La constante innovación y los juegos que hay en ella son para estar contento», argumenta Phil Spencer, Pero insistiendo en la cuestión sobre un nuevo hardware más potente para el futuro, asegura que no dejan de hacerle esa pregunta y su respuesta es «así lo espero».
El planteamiento ofrecido tiene una visión interesante, planteando que «si piensas en la estrategia que seguimos, esta es una estrategia a largo plazo, que incluye múltiples generaciones de consolas y, sinceramente, también de PC», lo que añade incentivo sobre la teoría evolutiva de las consolas, estableciendo una linea de progreso que no se cortaría con el lanzamiento de nuevos hardwares.
Una situación comprometida para Microsoft, pues los rumores extendidos parecen fundamentados en ideas extremistas que han deparado un malestar general. Pero en cierto modo es una situación típica para Microsoft y su comunidad, donde las innovaciones parecen estar siempre condicionadas por intereses que manipulan las declaraciones para ser malinterpretadas. Xbox One permanecerá en el mercado, su apoyo no decrece y el proyecto solo parece intentar potenciar la plataforma planteada por Microsoft. Pero esto no es más que otro capítulo del culebrón de 2016.