Creo que a día de hoy pocas personas, o al menos pocas de las que están más o menos informadas, consideran a los videojuegos una forma de reclusión social. Es un poco uno de esos prejuicios que con el tiempo se han ido paliando. Las posibilidades sociales actualmente de un servicio, por ejemplo como el que ofrece Xbox One con Xbox Live, son enormes. Personalmente he conocido un montón de personas jugando, e incluso he mantenido mi relación mientras jugaba con otros amigos que ya conocía pero que por circunstancias tuvieron que marcharse a vivir a otro lugar.
La historia que nos cuenta Microsoft en este nuevo vídeo es algo diferente, porque no está relacionada directamente con los videojuegos. Pero no deja de ser una buena muestra de esas posibilidades sociales que actualmente nos ofrece el buen uso de la tecnología.
Andreas Alexander es investigador alemán de la UNIS, la institución de educación superior más septentrional del mundo y ubicada en Longyearbyen (Noruega) a 78º N. Desde allí, Andreas estudia cómo la temperatura del suelo afecta a los glaciares y su impacto en el ecosistema. Todo un ejemplo de cómo las personas, son capaces de alcanzar nuevas metas por aquello que les apasiona, ayudando al avance de la sociedad en distintos campos, aunque deban estar lejos de casa. Microsoft se puso en contacto con él, y como obsequio por su labor, le ofreció una Surface Pro 4 para que, a través de Skype, pudiese ponerse en contacto con su familiar las próximas navidades. Esta es su historia: