Desde la web geek.com nos llega una suculenta información: Microsoft ha conseguido rebajar en un 80% la potencia del ancho de banda necesaria para poder jugar a juegos de forma remota (o también conocida como “streaming”) en las plataformas o dispositivos que trabajan bajo el sello de la compañía de Redmond.
Desarrollado junto a investigadores de la Universidad de Duke este revolucionario avance permite la traslación, del 100% del rendimiento que se requería del sistema (móvil, tablet o consola) al usar juegos de formato físico o preinstalado a tirar, con esta novedosa tecnología, de tan sólo una sexta parte de los recursos.
El problema era que antes estas tareas necesitaban una gran parte de nuestro ancho de banda lo que podía provocar (en personas que tuvieran contratados pocos megas) tirones, bajadas del framerate, cuelgues de partidas o pérdida de nuestros avances. Ahora, gracias a la tecnología bautizada como “Kahawai”, se han solventado en su inmensa mayoría todos estos problemas dado que permite mover, sin apenas consumir recursos de nuestra red de Internet, gráficos de última generación reduciendo a una drástica sexta parte el rendimiento que antes se requería forzosamente.
PERO, ¿CÓMO FUNCIONA?
Kahawai permite lo que es denominado como “representación de colaboración”. Los investigadores explican al medio geek.com que esta tecnología funciona como un binomio entre los servidores y la GPU: “En lugar de estar el servidor haciendo todo el trabajo, la carga se comparte junto a la GPU en el dispositivo del jugador. El servidor realiza la mayor parte del trabajo pesado en cuanto al procesado de las sombras, mapeado de texturas y pequeños detalles pero, parte de la GPU local proporciona algunos elementos como las bases gráficas de un nivel lo que se denomina como «boceto»”.
¿EXISTEN PRUEBAS DE USO?
Cada juego es un mundo dado que la carga de datos es completamente distinta entre unos y otros por lo que, Kahawai podría decirse que se encuentra actualmente en una fase muy temprana de pruebas de testeo. A día de hoy sólo se conoce su uso en el videojuego de tablets de Doom 3 y parece que ha conseguido un aprobado sobresaliente ya que, sin problemas aparentes, el juego ha funcionado a 60fps constantes. Tal vez en un futuro cercano veamos juegos de Xbox One funcionando a pleno rendimiento con esta tecnología o su ejecución en paralelo con el procesado en la nube (lo que supondría un hito en los avances para los cada vez más elaborados sistemas de juego en streaming).