En el mundo del videojuego han existido tradicionalmente dos tipos de multijugador bien diferenciados: competitivo y cooperativo.
Ambos surgieron primero de forma local, ya sea en pantalla partida o en red. ¿Quién no recuerda esos vicios al GoldenEye de Nintendo 64 en la casa de algún amigo? Por aquél entonces parecía el Después, con el tiempo –primero en PC por supuesto-, llegó la moda del multijugador en línea. Juegos como Quake o Counter Strike revolucionaron la forma de interactuar el resto del mundo en un videojuego. En consolas, este boom comenzó en la época de Xbox y PS2, siendo Halo Combat Evolved el título que destacó por encima del resto en este sentido. Fueron sin embargo 360 y PS3 las que expandieron esta experiencia de juego al público en general. Call of Duty, Left 4 Dead, Halo, Gears of War y demás han sido sagas que de un modo u otro han conseguido incluir innovaciones en el juego multijugador.
Estas innovaciones, sin querer menospreciarlas, han sido pequeños giros de tuerca que han conseguido, pasito a pasito, cimentar los multijugadores que tenemos hoy en día.
Hoy vengo, sin embargo, a hablar de tres tipos de innovaciones que se alejan completamente del hecho de añadir pequeñas mejoras jugables o detalles como clanes o presitgios.
MUNDO COMPARTIDO
En primer lugar, como fan incondicional que soy, debo hablar de la increíble creación de Hidetaka Miyazaki. A este señor le tengo un gran aprecio personal, y es que es responsable de Demon’s Souls y Dark Souls; y actualmente se encuentra trabajando en Bloodborne.
Lo que Miyazaki consiguió con Demon’s Souls es combinar la experiencia de juego a un jugador y multijugador en un solo producto. Una unión homogénea y sin fisuras que da como resultado uno de los cambios más relevantes en el videojuego reciente.
La primera innovación que trajo es el multijugador asincrónico o pasivo. Para los que no habéis probador el título, se resume en manchas de sangre de otros jugadores y mensajes creados por los mismos. Las manchas de sangre son los lugares en los que han fallecido compañeros y, si interactuamos con ellas, veremos los últimos segundos de su vida. Esto es muy útil para no caer en los mismos errores. En cuanto a los mensajes son, evidentemente, mensajes pre-estructurados que otros jugadores han colocado para advertir, aconsejar o engañar.
Lo fascinante de esta inclusión es, como el propio nombre indica, que ambos individuos no están conectados de forma simultánea. Las señales que encuentras por el suelo mientras juegas pueden haber sido dejadas hace un día o un mes, y nunca lo sabrás porque no se indica ni el nombre ni cualquier otro modo de identificar al propietario.
Esta primera incorporación es quizás la que menos trascendencia ha tenido en otros títulos posteriores, quizás porque es tan única en su conjunto que cualquier tipo de copia sería muy descarada.
Vayamos ya con la segunda innovación que es, sin duda, una pieza clave para entender el multijugador del pasado reciente y el futuro que está por llegar. Se trata de la noción de “mundo compartido”. En Demon’s Souls –igual que en Dark Souls I y II- los jugadores pueden entrar al mundo de otro en forma de enemigos invadiendo o en forma de amigos siendo invocados. De esta forma, tu mundo y tu experiencia de juego solitaria se fusionan con el multijugador. Sin matchmaking ni modos especiales, es una experiencia en sí misma. Además, lo que lo hace si cabe más especial es la fugacidad de la cooperación o competición. La invasión durará hasta que uno de los dos caiga, mientras que la invocación tocará su fin al acabar con el jefe más cercano. Por tanto no se trata de un multijugador al uso, sino más bien una interacción entre mundos. Por descontado, no existe el chat de voz, sólo la comunicación mediante una serie de gestos como saludo o reverencia.
Además, como detalle, de vez en cuando podremos ver figuras fantasmales andando por el escenario, que corresponden a jugadores que recorren el mundo en ese mismo instante.
Ahora es cuando diréis, bueno, tampoco es para tanto. No sé cómo este tipo de juego puede haber influenciado al conjunto de la industria. Pues estáis muy equivocados, y os voy a dar varios ejemplos.
En primer lugar, y como ejemplo más claro y reciente, tenemos a Watch Dogs. Su sistema de invadir el mundo de otro hacker para hacerse con sus datos sin ser detectados está claramente influido por las hazañas del gran Miyazaki.
También encontramos parecidos en Journey, en el que podremos encontrar compañeros que recorran el mismo camino. No podremos hablar con ellos ni saber su nombre, simplemente interactuar mediante gritos ininteligibles. En boca de Jenova Chen, diseñador del juego:
“Se trata de dos extraños que se encuentran online. No saben quién son o qué edad tienen. Lo único que saben es que son otro ser humano.”
Para terminar con este multi también podemos echar la vista al frente y mirar al futuro más próximo en títulos como Destiny y su mundo compartido o Forza Horizon 2, que manifiestamente beben de las aportaciones de la saga Souls. Los desarrolladores de varios juegos, como Star Citizen, han declarado que el multijugador de esta saga ha sido determinante en el suyo propio.
TABLETAS
De momento no han sido muchos los juegos que han incorporado modos de juego entre tablets y consolas, pero sí hay algunos de ellos que creo que merecen su sitio en este artículo porque, al margen de su calidad, se trata de títulos que han incorporado nuevas vías de multijugador alejadas de las convencionales.
El primero de todos, también cronológicamente hablando, es Zombi U. El título de Ubisoft que llegó con la salida de la consola de Nintendo incorporaba un modo de juego en el que podíamos encarnar a una especie de “Rey Zombi”. Se trata básicamente de utilizar el tableto-mando de Wii U para colocar las diferentes hordas de enemigos, haciendo la vida imposible al superviviente.
Seguimos con un juego que ya ha entrado en la lista anterior y es que, sin cuestionar la calidad del título, destaca por tener bastantes tipos de multijugador. Es efectivamente Watch Dogs. Con la aplicación CtOS, disponible tanto en Android como en iOS, podemos utilizar la pantalla táctil para controlar tanto a las fuerzas de seguridad de Chicago como el propio sistema CtOS, interactuando con el jugador que intenta escapar en su consola.
Por último podemos mencionar a Fable Legends en el que, como ya vimos en el E3, podremos utilizar la aplicación Smart Glass para encarnar al malo malísimo. Controlaremos y desplegaremos enemigos, estableceremos trampas y utilizaremos todo tipo de artimañas para acabar con los cuatro héroes.
4 VS 1
El último tipo de juego del que quería hablar es el de cuatro jugadores contra uno. En este sentido también entra el ya mencionado Fable Legends, pero quería centrarme más en Evolve, heredero del que es, para mí, uno de los mejores cooperativos de la historia, Left 4 Dead.
En Evolve podremos ser uno de los cuatro cazadores que, armados hasta los dientes con todo tipo de gadgets futuristas, intentarán dar caza a una bestia parda. Pero esta bestia es otro jugador, que tratará de evolucionar alimentándose de otras criaturas como buen depredador, estando siempre alerta ante la posibilidad de ser cazado.
Es cierto que ciertos aspectos de este multijugador se han visto con anterioridad, pero parece que la potencia de las nuevas consolas permitirá crear experiencias 4 vs 1 completas, aunando el gran cooperativo a cuatro con lo mejor del competitivo.
DRIVATAR
Turn 10 nos sorprendió hace ya un año con el anuncio de Forza 5, que incluía una nueva clase de corredores, los drivatars. En esencia, se trata de conductores que emulan a tus amigos de Xbox Live. Mientras corres, Forza 5 recoge datos sobre cómo tomas las curvas, las trazadas que utilizas o el grado de agresividad que demuestras en la pista. Posteriormente lo mete en un cóctel, lo mezcla todo -que no agita-, y sale tu corredor personalizado.
Muchos vivimos con escepticismo el anuncio pero, tras muchas horas en los circuitos, me declaro fan absoluto de Turn 10 y sus drivatars, que hacen de las carreras unos eventos mucho más impredecibles.
Recordamos que se trata de una mecánica que llegará también al próximo Forza Horizon 2.
CONCLUSIÓN
Ya sean antiguas o nuevas, las nuevas formas de jugar en conjunto con otros usuarios no presentan síntomas de agotamiento. Con la llegada de esta nueva generación el futuro del multijugador parece más vivo que nunca, tanto por las nuevas posibilidades que ofrecen las consolas como por la ilusión renovada con la que los desarrolladores afrontan el reto.
Esperemos que dentro de unos años pueda hacer otro artículo con muchas más experiencias que hayamos disfrutado toda la comunidad videojueguil.