Xbox One lleva casi dos años en el mercado, sus características de nueva generación han sido obviadas en su mayoría, siendo el poder de la nube, el Cloud Computing, uno de los casos más flagrantes de lo que las nuevas tecnologías son capaces de aportar y no se emplean para el desarrollo de los juegos. En una generación donde se ha dado mucho protagonismo al rendimiento gráfico, la falta de uso de los recursos de Xbox One comienza a ser preocupante. De hecho, en una interacción llevada a cabo en twitter con Phil Spencer, este ha dejado ver su esperanza de que la situación cambie en un futuro, en el que las Third Parties consideren el uso del potencial del Cloud Computing.
@Dipslon I hope so, I'd like to see 3rd parties pick up the tech as well. Innovation moves more quickly as more games push what's possible.
— Phil Spencer (@XboxP3) August 10, 2015
Resulta evidente que la computación en la nube es una de las características más desaprovechadas por parte de la mayoría de compañías que desarrollan juegos para Xbox One, no obstante, no es lo único que trasciende, es lo que podría acabar con tanta noticia referida al menor rendimiento técnico de Xbox One. A la espera de la llegada de DirectX 12, la API que conseguiría mejorar el rendimiento de los juegos ofreciendo un mejor aprovechamiento de los recursos y herramientas para el mejor uso del hardware, uno de los aspectos más interesantes de Xbox One sigue siendo desaprovechado.
Puede que estemos ante una generación donde los intentos de innovar se vean comprometidos por otros factores, la rentabilidad o la necesidad de lanzar juegos de cualquier modo para mantener a la comunidad atenta a empresas y logotipos. La realidad, es que Microsoft planteó un hardware muy interesante, con muchas posibilidades y estas, siguen sin aprovecharse. ¿Cambiará en el futuro?