No se puede negar que a lo largo de estos primeros años de Xbox One en el mercado, la implicación de Microsoft con las pequeñas desarrolladoras ha sido elevada, principalmente, por la llegada del programa id@Xbox. Pero parece que ha habido un aspecto que ha querido resaltarse más que la gran oportunidad que supone este programa para las desarrolladoras, y es la famosa Clausula de Paridad, por la que los juegos no podían ver la luz antes en otras plataformas si querían adherirse a este.
A lo largo del tiempo se han dado muchas vueltas sobre la rigidez de dicha clausula, pero casi siempre se daba a entender que las condiciones impuestas por esta clausula no eran tan severas e inamovibles y que las denuncias parecían más ser una excusa para desviar la atención de los motivos reales. De hecho, en los últimos tiempos, ya se empezaba a vislumbrar que esta clausula era un rescoldo de una mala publicidad generada por intereses particulares. El máximo responsable de Microsoft, Phil Spencer, le ha dado una vuelta de tuerca a las acusaciones que siguen llegando sin origen concreto, que buscan cebarse con este programa, cuando ha declarado a la revista Edge, que «hay algo que ha sido denominado ‘clausula de paridad’, no existe clausula alguna».
Según explica Spencer, «hemos sido muy transparentes en estos últimos cuatro o cinco meses sobre lo que queremos», donde «si un desarrollador está construyendo un juego y simplemente no puede conseguir que el juego vea la luz en todas las plataformas, pues bien», a lo que añade una argumentación que explica como funciona este programa. «Si existe un trato con otra plataforma, donde el desarrollador va a construir un producto que va a lanzarse en exclusiva para ellos de forma temporal, por ejemplo, por un año, se va a trabajar con esa desarrolladora de forma conjunta para que el producto que ve la luz un año después tenga, de algún modo, algo que sea especial», haciendo referencia a los contenidos exclusivos que pueden añadirse a la hora de desarrollar el juego para Xbox One. No tienen porqué ser contenidos, sino que Specer matiza que cualquier aspecto que haga el producto más atractivo e interesante, incluso, que saque provecho de la tecnología de Xbox One, puede ser válido para conseguir ver la luz a través de este programa.
Spencer no quiere polemizar al respecto de como funcionan otras compañías cuando asegura que «no tenemos problemas con que otras compañías adelanten dinero para conseguir tratos y exclusividades de algún tipo, nosotros haríamos lo mismo», en el fondo «si va a ser mejor para la plataforma, cualquiera podría hacerlo», pero «nosotros simplemente queremos que los productos tengan algo especial y nuevo, si se da el caso».
Lo que dio a conocer como clausula de paridad, parece ser un resquicio de lo que se propuso inicialmente en un programa que iba a tener un protagonismo especial en una plataforma nueva. Buscando producto novedosos, puede que las condiciones de esas clausulas hayan ido evolucionando como lo ha hecho la propia Xbox One. Phil Spencer es, posiblemente, el máximo responsable de esta evolución, que en cualquier ámbito, está logrando que Xbox One tenga una oferta más que atractiva para satisfacer a todos los usuarios que buscan disfrutar en cada ámbito y género que se pueda ofertar. Ahora bien, a estas alturas, y tras muchas matizaciones, parece que las limitaciones de la ‘clausula’ no son más que una excusa que puede ser fácilmente salvable para los que realmente desean ser parte del catálogo de Xbox One.