Muchos llevamos ya bastante tiempo esperando el lanzamiento de un buen título de acción en primera persona basado en la Segunda Guerra Mundial. Hace ya bastante que las nuevas entregas de Call of Duty o Battlefield, sagas referencia del género, no se pasan por este escenario, y se encuentran ambientados una y otra vez en conflictos actuales o futuristas, y ficticios. En Xbox One hemos tenido alguna excepción, como la de Sniper Elite 3, que nos transportaba de nuevo a los hechos históricos. Un título, sin embargo, que sabía a poco por diversos motivos. Ahora que comienzan a sonar las noticias y diferentes rumores sobre los próximo shooters que nos llegarán, como el confirmado Call of Duty Infinite Warfare, Titanfall 2 o el próximo Battlefield, los deseos de volver a enfrentarnos a un título que vuelva a ofrecernos la crudeza la gran guerra vuelven a aflorar en muchos de nosotros.
Bastantes años han pasado ya desde que la Segunda Guerra Mundial fuese el tema más recurrente en los juegos de acción en primera persona. Estábamos saturados de la misma ambientación, y es comprensible que los desarrolladores comenzasen a optar por otras propuestas, con una serie de títulos que han refrescado el género, aportando no solo nuevas historias y ambientes, sino también novedades jugables de todo tipo. Ahora, sin embargo, son estas novedades las que empiezan a estar manidas, y las razones para volver a recurrir al pasado histórico como tema de referencia se han vuelto a acumular. Estos son, a nuestro juicio, los principales motivos:
Valor narrativo
El poder narrativo del conflicto bélico más trascendente del siglo pasado es a estas alturas más que obvio, ya que en él no solo se han basado una infinidad de juegos, sino también de películas o libros. Y aunque en estos tiempos las campañas en solitario no se prodiguen tanto como antes, siendo el caso precisamente de muchos títulos que llegan carentes de dicha opción, me parece que desaprovechar ese estupendo valor narrativo derivado del poder histórico de la segunda guerra mundial sería un error casi imperdonable. Si ahora mismo fuese anunciado un nuevo título basado en la segunda guerra mundial, estaría deseando saber, casi incluso más que conocer las nuevas aportaciones jugables, los detalles sobre su campaña. Y es que un buen tráiler basado en un modo campaña me vendería in situ el juego, tanto a mí como a muchos otros jugadores.
Hay a quien le interesa más esta ambientación sencillamente porque se encuentra basada en hechos históricos. Unos acontecimientos que se nos han contado ya de mil formas, en las por supuesto también ha habido lugar para el humor o el sarcasmo. Sin embargo, quizás sea por la crudeza de este conflicto, por su trascendencia para la humanidad o únicamente por su cercanía en el tiempo, que existe una tendencia a que nos tomemos con cierta seriedad dicha temática. Esto no es negativo, y precisamente puede ayudar mucho a esa campaña que nos gustaría volver a jugar. Dejando a un lado el hecho de que el desarrollo de una campaña como modo de juego principal hace largo tiempo que dejó de ser el estándar en cuanto al desarrollo de shooters, la ambientación futurista (con permiso de Halo) rara vez nos ha hecho sentir esa epicidad, esas sensaciones, que realmente nos hacen disfrutar de una buena historia y ambientación en un juego. Hay algo en ella que nos hace tomárnosla con menos seriedad.
Salto técnico
En definitiva, aun sin pensar en el multijugador, del que hablaremos más adelante, hay un gran interés en volver a experimentar estos acontecimientos históricos a través de una campaña digna. Hay todavía algunos momentos grabados en nuestra memoria de títulos pasados, llegados directamente de sagas tan representativas como Medal of Honor o el propio Call of Duty. Pero después de tanto tiempo sin un juego basado en esta época, es hora de volver a recordar estos momentos con la potencia técnica de las máquinas actuales. No necesitamos un título que suponga el referente gráfico (que tampoco estaría mal), nos basta con que se encuentre a la altura de la expectativas, y que ponga mimo, sobre todo, en los detalles. Ofreciéndonos una acción más cruda, oscura y visceral, con entornos familiares, a la vez de hostiles.
Tampoco podemos olvidarnos del apartado multijugador, algo que parece imprescindible actualmente en todo shooter en primera persona. Aunque quizás la ambientación de la que venimos hablando puede no resultar un factor determinante en este apartado, no nos cabe duda de que existen también motivos de sobra por los que un multijugador competitivo basado en la Segunda Guerra Mundial está entre la lista de deseos de muchos jugadores actuales. Y para empezar no habría mejor forma para volver al pasado que con unos 60 fps sólidos, que nos ofreciesen una experiencia fluida y espectacular. Tampoco podemos olvidarnos de su aspecto jugable, en el que podríamos encontrar también notables diferencias en lo que nos podría ofrecer nuestro deseado juego con respecto a las propuestas actuales más comunes.
Jugabilidad, ¿clásica?
Hay géneros que parecen tener predilección por una temática concreta. Por ejemplo hay una gran tendencia a enmarcar los RPG dentro de la temática fantástica medieval. Del mismo modo, la Segunda Guerra Mundial parece haber casado con el shooter en primera persona como ningún otro género. No podemos negar que los nuevos lienzos sobre los que habitualmente se han desarrollado la mayoría de títulos de acción en primera persona han aportado, sobre todo las primera veces, algo de frescura al género, y no solo en cuanto a ambientación o historia, sino también en el apartado puramente jugable. Algunos son evidentes, tanto como odiados por algunos jugadores más tradicionales, como la supervelocidad de los personajes, los saltos, el parkour, las armas automáticas y de ciencia-ficción, máquinas inteligentes, y en definitiva poderes de todo tipo… Pero no tenemos por qué mirar solo las incorporaciones más evidentes de los shooters de los últimos años, sino también atender a las tendencias dentro de toda la gama de propuestas que dominan el mercado actual.
Volviendo a pensar en un modo campaña. Escenarios más abiertos, mayor libertad de movimiento por este, incluyendo la posibilidad de trazar diferentes estrategias con las que superar las líneas enemigas, como el sigilo, las trampas o el combate frontal mediante vehículos blindados, o incluso la toma de decisiones en el desarrollo narrativo; son solo algunos ejemplos de lo que, aplicados en la medida justa y necesaria, se podría hacer para ofrecernos una experiencia basada en la Segunda Guerra Mundial más realista, inmersiva y divertida de las que hemos tenidos antes. Y un multijugador que escape de algunos de los tópicos actuales, como las habilidades especiales o las armas superpoderosas. Y que nos enfrente al resto de jugadores tan solo equipados con nuestro fusil semiatutomático con bayoneta, un par de granadas de fragmentación e impregnados hasta arriba de barro. Siendo solo soldados, comunes, de primera línea. O, ¿por qué no? Montados en algunos de los vehículos más icónicos.
Conclusión
Recordemos ahora que, aunque la próximo entrega de Call of Duty, Infinite Warfare, se encontrará ambientada de nuevo en un hipotético futuro, el próximo 6 de mayo (viernes) se presentará oficialmente el próximo Battlefield. Y según los rumores, todo apunta a que podría tratarse de un título ambientado precisamente en la Segunda Guerra Mundial. Si bien sus últimas entregas no han apostado por una temática futurista como en el caso de Call of Duty, lo habían hecho en conflictos actuales, cuyas diferencias, sobre todo jugables, con el pasado no eran tan abundantes. Aún así, carecían de ese encanto que estamos que tanto estamos desando recuperar, ¿no creéis? Habrá que permanecer por ello atentos a las novedades del viernes.
Por supuesto, esto no se trata de una lista cerrada de anhelos, sino más bien de algunos de los motivos por los que creo que tantos estamos deseando de volver a jugar en la cruda y violenta, y quizás más seria y épica, Segunda Guerra Mundial. Pero también nos gustaría conocer vuestra opinión, si pensáis que alguno se ha quedado fuera, o incluso si, bajo ningún concepto, queréis volver atrás en el tiempo y estáis encantados con las propuestas que tenemos ahora en el mercado. Desde luego, por mi parte, tampoco dejaré escapar a Titanfall 2.