Remedy Entertaiment estuvo el mes pasado en medio de la polémica por las decisiones tomadas respecto a su último juego Control, justo después de anunciar la Ultimate Edition. El juego solo tendría su actualización gratuita si comprabas esta edición, dejando por fuera a aquellos que habían comprado la versión Deluxe, o incluso el Season Pass. Por lo que si querías jugar Control en la nueva generación, debías comprarlo de nuevo. Sobre esto en Somos Xbox profundizamos en noticias anteriores que puedes consultar (Control solamente dará soporte a Smart Delivery si compras la Ultimate Edition y Control Ultimate Edition sigue generando dudas pese a la aclaración de 505 Games)
Según declaraciones oficiales, esto sucedía porque era imposible que los poseedores de una Deluxe Edition pudieran recibir esta actualización. Según se explicaba en un comunicado de 505 Games, se habían probado muchas maneras de actualizar el juego, pero siempre se encontraban limitantes técnicas que dejaban a jugadores por fuera de la actualización. Y este problema persistía en todos sus intentos por problemas insuperables. Por eso habían asumido ofrecer la Ultimate Edition a un precio reducido de 35 euros.
It was same with me. But they removed license for ultimate edition. Now we have to buy it again I think.
— Ujval Joshi (@ujvaljoshi) September 10, 2020
Y aunque todo parecía haberse acallado en este punto, Remedy vuelve a ser noticia por las declaraciones en Twitter, Resetera y Reddit de jugadores que mostraban cómo su versión Deluxe se había actualizado a la Ultimate. La pregunta que comenzaron a hacerse los jugadores fue si el publisher había cambiado de opinión, y si ahora podría haber una actualización gratuita. 505 Games ya ha hecho los arreglos necesarios y corregido este error.
La polémica, sin embargo, no ha parado ahí, porque los usuarios se han preguntado por aquellas declaraciones que decían que era imposible dicha actualización. Sin embargo, como se ha puesto arriba, la declaración original decía que era imposible actualizarse sin dejar a algunos usuarios por fuera. Esto no dice que no se pueda cuestionarse las decisiones tomadas por el publisher, pero si deja claro que ellos siguen obrando de acuerdo con sus declaraciones iniciales.