El terror en los videojuegos es un género que se ha reinventado durante años, con multitud de subapartados. Tal vez, si hablamos de terror lo primero que nos viene a la cabeza es, Resident Evil. El juego clásico de Capcom que se estrenó en el año 1996 en Playstation y que proponía una experiencia de survival horror. Silent Hill también es otro de los estandartes del terror japonés. Deadly Premonition o Sanitarium son viejos conocidos por los aficionados. Pero, ¿en qué ha evolucionado el género de terror en los videojuegos?
La decadencia de los juegos de terror
La conferencia de Sony en el E3 2016 presentó el nuevo Resident Evil 7. Esto me hizo plantearme que los juegos de terror están volviendo a su esencia. El trailer que nos dejó ver Capcom prometía algo completamente diferente y dejaba ver una evolución en el concepto de la saga. Los últimos títulos de la franquicia habían abandonado esa escena tétrica y escalofriante de los originales. La acción tomaba protagonismo, las armas, y una narrativa vacía carcomían la esencia de lo que en su día fue una experiencia inquietante. Todo ello favorecido por lo que está, a día de hoy, reinando en el mercado, el shooter. Las opiniones sobre este cambio en la saga son muy diferentes. Por una parte, están los que opinan que en primera persona no será Resident Evil. En el otro extremo estamos los que quedamos maravillados por las escenas del E3. En mi opinión, no sé si será una vuelta a lo clásico, lo que está claro es que es una rectificación, tal vez a destiempo, de las aberraciones cometidas hacia la saga.
Los juegos de terror se han visto asaltados por la acción en tercera persona. Tal es el caso de la franquicia Dead Space, la primera entrega de la saga de Visceral Games es una experiencia escalofriante. La ambientación, la sensación de aislamiento y los pocos recursos para sobrevivir, hacen de Dead Space una de las grandes esperanzas para el género. Sin embargo, las dos entregas siguientes dejaron a un lado la iniciativa del original y se embarcaron en tiroteos y en dar prioridad a la acción sobre la narrativa. De esta manera la ambientación terrorífica del primer juego quedó relegada por un shooter del montón.
Otros títulos que han pretendido asustar serían los Dead Island, que si bien la idea era prometedora, la ejecución fue un desastre. Consiguió pasar sin pena ni gloria con un abominable Riptide y otros que es mejor olvidar.
En definitiva, las exigencias del mercado han acabado convertiendo a los juegos de terror en títulos de acción. Nuestra mayor preocupación es conseguir el logro de matar 50 enemigos con la escopeta, sin ni siquiera prestar atención a una narrativa, que ya de por sí es superficial, vacía y carente de sentido.
El resurgir de los juegos de terror, dejando la decadencia atrás
Para mí, un buen juego de terror, tiene que inquietarte hasta tal punto que tengas que parar porque no puedes seguir. Esta sensación la he tenido muy pocas veces y en contadas ocasiones. Uno de los mejores ejemplos sería Outlast. El juego de Red Barrels Studio me fascinó. La sensación de aislamiento en el psiquiátrico es el mejor medio para conseguir que tengas que parar un rato. Outlast es inquietante, juega con tus nervios y con tu saber estar.
La mecánica de Outlast no implica ningún tipo de acción, lo único que puedes hacer es esconderte, grabar y rezar para salir vivo de ese infernal lugar. Tal vez, por esto es por lo que me gusta tanto, no tienes opciones ni medio de defensa, te sientes completamente a merced del entorno. La primera persona es uno de los puntos que producen una inmersión total en el juego. Sólo puedes mirar al frente, si miras atrás no sabes lo que puedes encontrar. Una gran noticia es que Outlast 2 llegará este año, el trailer no tiene desperdicio.
Vale, P.T. de Kojima y Guillermo del Toro no es un juego. Es una demo, pero es de lo mejor que he jugado en el género de terror en mucho tiempo. La propuesta, una situación completamente aleatoria en una escalofriante casa. Es una experiencia que hay que jugar, es una pena que el proyecto se cancelara definitivamente. Layers of Fear también tiene ese efecto. Si bien, no es un título potencialmente terrorífico, si tiene ese punto siniestro y macabro que enamora. Una vez más demuestra que no es necesario tener un arma y balas infinitas para enganchar. Está cimentado en la narrativa y la ambientación, dar importancia a estos conceptos es primordial para crear un buen título de terror.
El thriller psicológico de Remedy, Alan Wake, también tiene una buena dosis de malos ratos. En tercera persona pero con recursos bastante limitados, podemos sentir el agobio de una oscuridad que se cierne sobre nosotros. Lo primordial en Alan Wake es la historia y la manera de contarla.
Es posible que el paso de los juegos de terror a la primera persona sea uno de los motivos para acertar en un panorama en que las ideas parecen haberse agotado. Las compañías necesitan llenar de armas su programación para que algo sea exitoso y limitan el riesgo al mínimo. Cierto es, que es complicado apostar por algo nuevo en un mundo en el que cada cosa diferente que se hace, es automáticamente criticada.
Una escalofriante esperanza
El terreno indie es el que más está indagando en este campo. Los nombrados Outlast o Layers of Fear son de mis favoritos, pero existen muchos otros que merece la pena probar. The Forest es más que prometedor, con un componente survival muy interesante. Kraven Manor, otro en primera persona, nos propone investigar una mansión en la que no todo es especialmente agradable. Incluso el sencillo Slender, propone una espectacular ambientación que hará que no quieras moverte del sitio. Las compañías independientes son las que abren caminos sin miedos. Estas iniciativas son las que aportan sistemas novedosos o mecánicas de juego innovadoras. Es más que de agradecer que alguien se arriesgue en un momento en el que parece que todo está estancado.
Quedan muchos títulos por nombrar, repasar o criticar, ahora sólo podemos esperar a ver qué proponen las compañías este año respecto al terror. Será interesante ver el nuevo proyecto de Resident Evil y si tiene éxito o cae fácilmente en el olvido. Por primera vez en la historia de la franquicia contará con un guionista occidental. En enero de 2017 comprobaremos si ha dado en el clavo o ha llevado a la saga a su muerte definitiva.