Cuando se presentaron los nuevos hardwares, principalmente en el caso de Xbox Scarlett, surgió el dato de resolución de hasta 8K. Cierto que ahora mismo hacen referencia a la parte multimedia, pero no sería descabellado pensar que algunos juegos puedan correr a esa resolución. En el fondo, si el hardware equipa lo necesario, podría darse el caso en algunos juegos. Dejando esta especulación a un lado, hoy día podría haber equipos que pudiesen ejecutar juegos a 8K si hablamos de PC. No obstante, jugar a 8K no es tan fácil como lo pintan.
Os vamos a dejar un curioso vídeo del canal de Youtube Linus Tech Tips, que suele centrarse en analizar hardware, que tiene vídeos muy llamativos y pruebas muy interesantes que os iremos acercando próximamente. Hoy nos centramos en su test realizado para jugar a 8K. Algo que comienza con una breve introducción que lleva a un primer intento donde no consiguieron un resultado óptimo en absoluto. El fabricante de televisiones, Sharp, se puso en contacto con ellos asegurando que si era posible y esto es lo que ocurrió.
La prueba original que se hizo permitía alcanzar una resolución 8K, es decir, 4320p o 7680×4320 pixeles, pero solo a 10Hz. Esto ofrecía una calidad general muy mala, con problemas notables en cualquier objeto que se moviese o estuviese animado. Sharp garantizaba una solución para alcanzar los 8K a 60Hz, que es una tasa de refresco mucho más aceptable. Con esa premisa de que era sencillo, la realidad es que jugar a 8K no es tan fácil como lo pintan.
Lo primero es que no hay cables HDMi ni puertos que permitan esa resolución, donde Sharp se las ha ingeniado para disponer 4 señales vía HDMi como una sola entrada. A partir de ahí, la lógica manda y supone llevar 4 cables HDMi desde la fuente, es decir, la tarjeta gráfica del ordenador. Tras muchos intentos con adaptadores y diferentes gráficas, solo pudieron completar la operación con una Nvidia Quadro, lo que ya auguraba un resultado nefasto en aras del rendimiento. De hecho, tuvieron que solicitar a Sharp que les enviasen cables específicos para poder hacerlo. Aunque la lógica indique que cuatro cables conectados con adaptadores de Display Port a HDMi deberían hacer la misma tarea, no resultó funcionar igual.
Una vez logrado el hito, era evidente que el rendimiento no iba a ser el adecuado para hacer un test en firme. No obstante, sin hacer uso de antialiasing, el resultado obtenido era, según exponen, brillante. Ahora bien, para notar la diferencia había que ponerse tan cerca que la experiencia de juego resultaba abrumadora. No quiero ni pensar como podrían acabar los ojos tras una sesión de juego a esa distancia. La conclusión es, que si bien jugar a 8K no es tan fácil como lo pintan, el resultado no es tan espectacular como podría esperarse, no teniendo esa diferencia que supone frente a 4K. En otro ámbito, como citan en el vídeo la Realidad Virtual, si podría ser un aspecto a tener en cuenta.
Queda mucho camino para hacer llegar el 8K al entorno de juego, y no solo se trata de más potencia en las gráficas y un medio mas sencillo para conectarse a una televisión. También el soporte de los juegos, el soporte del firmware de las gráficas y que realmente suponga una ventaja frente a los 4K. Como no parece que lo sea, es posible que no haya prisa por llegar a esa resolución, donde la primera tarea que tienen que lograr es que los referentes actuales consigan un rendimiento más apropiado a 4K.
Ya veremos si las futuras consolas serán capaces de establecer ese estandar 4K@60fps con calidades ultra y Ray Tracing, algo que se podría poner en cuestión desde ya mismo.