Sabíamos que los DLC son malos, pero no que se podía llegar a este extremo. Se han dado casos de personas que vendían sus pertenencias más preciadas para poder comprar características en títulos free to play, pero esto ya pasa de castaño a oscuro.
A Hui y A Mei, una pareja china aficionada a un juego del que no han trascendido detalles, vendieron a su hijo a las mafias de trata de blancas como medio para obtener objetos in-game de corte DLC.
Desde el principio, el padre no parecía muy de acuerdo con mantener a su propio hijo y llegó a plantearse la venta. Sin embargo su mujer quedó embarazada otra vez, dejando al primogénito en una situación muy delicada. Los padres aseguran que lo hicieron porque no podían mantenerle, pero lo cierto es que, según una cadena de televisión, el padre pasaba horas en el cibercafé y gastándose un dineral.
En fin, sé que todo el mundo no es así, pero los DLC siguen siendo una basura.