La guerra de consolas había puesto el listón muy alto a la hora de establecer los criterios que mantuviesen a las comunidades enfrentadas, cuando se mira al dedillo la resolución de los juegos que llegan a estas consolas. Hasta la fecha, los cambios de resolución, a favor de Playstation 4, habían sido la nota predominante, aunque también se hayan puesto en cuestión otros aspectos derivados de efectos, postprocesado e incluso, rendimiento a lo largo de la acción.
Pero llega un nuevo capítulo, que da la nota más que ninguno hasta la fecha, donde Chivarly: Medieval Warfare, presentará una diferente tasa de frames por segundo en ambas versiones, manteniendo los 1080p. Si bien se había expuesto en numerosas ocasiones que lo más importante es mantener la tasa en un valor óptimo a costa de la resolución, el título de Torn Banner Studios, no lo hará de este modo. Manteniendo la resolución en 1080p, la versión de Playstation 4 correría a 60fps mientras que la de Xbox One lo haría a 30fps, una diferencia exagerada que mostraría un trabajo pobre en su ejecución a la plataforma de Microsoft.
Lo mejor de todo, es que el responsable del estudio propietario del juego, Torn Banner Studios, habría tirado balones fuera argumentando que el port lo llevó a cabo una empresa subcontratada, Hardsuit Labs. Parece que el tiro les ha salido por la culata, si bien, la decisión de mantener la resolución y no la tasa de frames parece más una cuestión de incomprensión de como valora el mercado la adaptación de los juegos. Esto es algo más que una gota en un vaso a punto de rebosar, que le viene peor al juego que a la campaña para desprestigiar Xbox One.
Chivalry: Medieval Warfare Ultimate Edition verá la luz la semana que viene en Xbox One y Playstation 4.