Ayer mismo saltaron las alarmas en el seno de Electronic Arts y Respawn Entertainment, y es que la última actualización del exitoso battle royale Apex Legends estaba causando estragos entre un buen número de jugadores. Muchos usuarios reportaron que su progreso y sus estadísticas habían desaparecido de forma fulminante. Desde la compañía norteamericana aconsejaron no comprar ni craftear nada hasta nuevo aviso. Ahora Respawn ha comunicado que todo ha vuelto a la normalidad y ha explicado cuál fue el problema que tan mal lo hizo pasar a algunos jugadores de Apex Legends durante todo el día de ayer.
Los también creadores de la saga Titanfall han explicado en las últimas horas que el problema se produjo cuando se introdujo el parche 1.1, que trasladó a algunos usuarios a un servidor alternativo en el que no tenían progreso alguno, por lo que parecía que lo habían perdido. Ahora Respawn ha hecho que todos esos jugadores vuelvan al punto justo anterior de incorporar la última actualización, por lo que su progreso ya ha sido completamente restaurado y pueden seguir jugando con normalidad. Si estuviste afectado por este error e hiciste progresos durante el día de ayer es más que probable, por lo tanto, que los hayas perdido.
Por lo que respecta al resto de novedades incorporadas con la actualización 1.1 de Apex Legends, no hay nada especialmente relevante. Lo más llamativo es la posibilidad de unirte directamente al último equipo con el que disputaste una partida. También se ha incorporado el botón de silenciar en más apartados previos al inicio de la partida y se han hecho mejoras en el lobby con el fin de impedir que los tramposos tengan cabida en el videojuego battle royale. En el caso de Xbox One también se ha corregido un error que podía provocar que usar un teclado para chatear hiciera crashear el juego.
Recuerda que Apex Legends ya está disponible en Xbox One de forma completamente gratuita, así como en PlayStation 4 y PC. En unas pocas semanas el videojuego de Electronic Arts y Respawn Entertainment ha conseguido ponerse a la altura de otros gigantes del género como PlayerUnknown’s Battlegrounds o Fortnite.