No hay nada más grande que la galaxia, ninguna mente es capaz de imaginar algo tan extenso y tan complejo como es el conjunto de galaxias que nos rodea. La tierra es como un pequeño átomo en un complejo cuerpo de miles de millones de células, de modo que, las posibilidades que se ofrece en toda esta extensión, es infinita. Es de este modo que podemos plantear un proyecto amplio en todos estos aspectos, aprovechando un ámbito futurista donde la expansión se ha hecho una realidad y la cantidad de planetas descubiertos es ingente. Claro que, con esto, las oportunidades de negocio son infinitas, pues las tareas que pueden plantearse son variadas y en este panorama, ser parte es una oportunidad imposible de dejar pasar.
Claro que, en toda oportunidad de expansión existen personas que tienen diferentes ideas y planteamientos, de modo que se crean bandos, facciones o movimientos varios que rivalizarán por el control de las galaxias. Si, usamos el plural, pues en esta apuesta no se limita la experiencia concreta, sino que su expansión es lo que más llama la atención en todo momento. Es así, que Elite Dangerous plantea un complejo entramado de facciones que, en busca de dominar los recursos de la galaxia, pugnan por el control de cada galaxia, de cada sistema, de cada planeta, de cada estación. No podemos obviar que, Elite Dangerous procede de la licencia Elite, conocida, principalmente, por sus últimos títulos, siendo la secuela de Frontier: First Encounters.
Esto no es más que un pequeño concepto de lo que nos encontraremos en Elite Dangerous, donde desempeñamos un rol particularmente peculiar, el de persona anónima que debe hacerse un hueco en esta compleja situación de confrontación de facciones. Partimos cuál comandante de nuestra pequeña nave, escueta y modesta, con la que deberemos ir cumpliendo misiones de todo tipo, y donde, en el fondo, buscaremos nuestra especialización en un lore complejo y variado, pues entre todas las estaciones disponibles en un conjunto que engloba miles de ellas, desde transportista, contrabandista, mercenario o cazarecompensa, tan pronto transportamos una carga legal, como tenemos que neutralizar la información que va a bordo de una nave o buscar recursos para un planeta.
Claro que no seremos los únicos que estamos en la galaxia con este propósito, existen multitud de pilotos que con el mismo objetivo, intentan ganarse el pan y prosperar en las diferentes galaxias. De este modo, nuestra reputación es un factor que importa mucho y, evidentemente, esta es variable en base a las misiones que estamos haciendo, es más, no se verá del mismo modo la consecución de una misión en cada una de las diferentes facciones, sobre todo, si la misión favorece a los rivales. Con esto, hay que tener cuidado a la hora de seleccionar, empaparse bien de lo que supone cada misión y que es lo que ofrece cada facción. Puede resultar evidente que no es un título en el que se pueda entrar y hacer cualquier cosa, sobre todo, considerando que dentro de esta experiencia, se rivalizará, bien contra la IA u otros jugadores, pues es un MMO.
La ambición por bandera
Elite Dangerous es el primer título que se ha visto incluído en el programa ‘Game Preview’ de Xbox One, siendo este un método mediante el cual los proyectos pueden obtener ciertos ingresos durante su desarrollo. Lejos de quedarse limitado a ser ofrecido en PC, este sistema de gestión del desarrollo ha permitido su introducción en el futuro catálogo de Xbox One. Una propuesta ambiciosa, donde los primeros pasos resultan confusos, por muchos motivos, aunque principalmente por la falta de una aclaración necesaria para llevar a cabo un proyecto de esta índole en el que se requiere de una explicación para cada función… y no son pocas las opciones que nos permitirán.
La libertad de acción no es seguir un argumento, es crearse uno propio
Un mundo abierto, total libertad de acción, un propósito variable para cada piloto, un buen número de galaxias que alojan un gran número de sistemas que, a su vez, engloban varios planetas, en los que encontramos varias estaciones de servicio que permiten sacar a la luz una buena cantidad de métodos de explotación de recursos, que son, en definitiva, objetivo de miles de pilotos que buscan sacar rendimiento de su trabajo. En cierto modo, se puede observar que Elite Dangerous no busca seguir una línea argumental, es un proyecto muy ambicioso que permite crearnos nuestra propia historia, exponiéndose a un escenario inmenso y tomando un camino que cada usuario tomará como propio.
Podemos observar, que no solo el proyecto, también la experiencia, roza una ambición difícil de comprender. De hecho, podríamos decir que la falta de explicación aumenta esta sensación de descontrol que nos hace sentirnos perdidos ante la inmensidad de esta propuesta. La existencia de un tutorial, al cual se puede acceder desde la prueba de una hora que se permite en estos juegos, no va a permitir ahondar en la experiencia, si bien, da cuenta de las mecánicas básicas para el combate, los impulsos de hiperespacio que permite viajar de sistema en sistema o los protocolos de aterrizaje o despegue. No obstante, dentro de este tutorial podemos observar que, en cuanto al combate, el juego tiene un potencial impresionante, pero eso lo dejamos para más adelante.
Un universo disponible y abierto
Un factor que resulta sobrecogedor, incluso puede llegar a intimidar, es la amplitud del mapa que se ha creado para la ocasión. No hablamos de unos pocos sistemas, estamos hablando de millones de planetas, miles de estrellas y un sinfín de rutas. Cierto es que inicialmente, con la nave con la que se empieza, no se puede abordar cualquier viaje de cualquier modo, hay que considerar las capacidades de la nave para poder ir navegando por el espacio. Del mismo modo, existen muchos sistemas desconocidos que deberemos explorar para conocer la identidad de sus planetas y posibles estaciones de servicio que nos permitan interactuar. En cierto modo, lejos de parecer un juego donde todo está a la vista, esconde muchos secretos.
No obstante, en los primeros estadíos del juego, la amplitud de este mapa, aunado con la amplitud de posibilidades, y como hemos indicado, puede estar ligeramente limitada por las capacidades de la nave con la que empezamos. Con un equipamiento para la nave que no es propio, presuntamente es alquilado, se obtiene la capacidad de abordar las primeras tareas, o misiones, que permitirán ahondar en la profundidad del espacio, así como en el equilibrio de los sistemas económicos y políticos de este universo creado para Elite Dangerous. Y es que las acciones que cada piloto lleva a cabo, tienen consecuencias, sobre todo, a nivel económico.
Los mercados son variables, los precios también, podemos influir en estos cambios
Nuestras actividades tienen siempre una consecuencia, si bien, se empieza como agente libre, la existencia de facciones abarcando los diferentes sistemas, así como la economía de cada uno de estos sistemas, se verá influenciada por la acción de los jugadores. Claro que, no podemos pensar que este efecto solo viene influenciado por nuestras actividades, es un juego multijugador masivo en mundo persistente, todos los jugadores, todas sus acciones, llevarán a los diferentes sistemas a cambiar, a evolucionar económicamente, y con ello, a que nuestra actividad sea más o menos fructífera. Con esto, los precios de los recursos que podemos transportar tienen un precio variable según el mercado, afectando principalmente a nuestra actividad de transportista. No se tiene por qué seleccionar una misión para salir de una lanzadera e iniciar un viaje, analizando el mercado, se puede ir por libre y obtener una pequeña recompensa.
Pero según se avanza, se va ganando cierta fama o influencia, en base a cómo cambian los sistemas, nuestra implicación con ciertas facciones puede deparar el acceso a determinadas misiones que pueden ser muy lucrativas. No obstante, existe una opción con la que se puede obtener dinero rápido, el contrabando. Efectivamente, es una opción alternativa y muy lucrativa, pero lleno de riesgos, como es obvio. Todo está abierto, todo es posible, desde trabajar para los mercaderes, se puede vincular a una facción, de las que están inmersas en la lucha por el control global, o se puede permanecer ajeno a ellas, como mercenario, contrabandista o caza recompensas.
Desde los ojos del piloto
Hasta ahora hemos raspado una superficie bastante conceptual de lo que podemos abordar en Elite Dangerous, no obstante, tampoco podemos ahondar mucho más dadas las circunstancias. Se trata de un título en el que el tiempo pasa de forma fugaz, donde las acciones tienen un efecto y nuestro progreso no es efervescente. Cuesta mucho trabajo avanzar, si se puede hablar de un progreso tácito en base a nuestras acciones, que son variadas, diversas y cuya influencia inicial, como es lógico, apenas tiene efecto. Habrá que pilotar mucho para alcanzar una reputación que permita acercarnos a una facción o convertirse en una amenaza para todas ellas.
Elite Dangerous nos propone una aventura desde la perspectiva en primera persona del piloto que comanda la nave. Una perspectiva inmersiva a todo efecto, una perspectiva inamovible para cualquier acción, lo que puede resultar poco atractivo para aquellos que no son amigos de este punto de vista. No obstante, es requerido, en un concepto así, con la opción de gestionar muchos recursos desde nuestro cómodo asiento en el habitáculo de la nave, puede parecer que somos parte de la misma o que el juego lo protagoniza un disminuido físico. Ahora bien, cuando estamos interactuando este aspecto solo sirve para ensalzar el concepto propuesto. Una perspectiva, una vista que permite mirar al frente y navegar, o acceder a los diferentes menús en forma de pantallas, divididas en dos pantallas, una a la izquierda y otra a la derecha.
Cuando tomamos el control de la vista, para lo que hay que apretar el stick derecho, podemos acceder a un menú de información global, la pantalla derecha, donde podemos acceder a información varia sobre el estado del sistema en el que nos encontramos, con información sobre las facciones presentes y nuestra reputación para con ellos. Del mismo modo, permitirá la gestión de los recursos de la nave, derivando energía a cada subsistema, dar cuenta de nuestra carga y acceder a ciertos parámetros configurables de la acción. En el otro lado, la pantalla izquierda, se accede a aspectos como el mapa, completo, nuestras misiones e incidencias, los contactos y otros aspectos varios para acciones con respecto a misiones e interacciones con otras naves.
Cuando hay muchas teclas para un mando, las combinaciones son una solución tormentosa.
Pero la acción se centra en la vista central, cuando fijamos nuestra visión en el frente y navegamos por el espacio, donde podemos observar un hud lleno de información que también gestionaremos. Hay que conocer bien qué significa cada luz, cada medidor, cada registro en los diferentes mapas y hologramas informativos. En cierto modo, todo este entresijo de sistemas de información son útiles, como apoyo a una navegación y un propósito, el de convertirnos en un piloto famoso o influyente dentro de este amplio universo.
A la hora de pilotar, debemos considerar muchos aspectos, el primero, que se ha tenido que resumir un complejo diagrama de botones procedentes del PC en un simple mando. Para ello, se han abarcado dos tipos de movimiento por cada stick, que se alternan pulsándolos. Si nos centramos en la navegación, el stick izquierdo tiene dos configuraciones, la básica y la alternativa, las cuales se puede combinar para tener un control total sobre la nave. El control convencional permite un movimiento de ladeo cuando se gira, mientras que el alternativo, permite el cabeceo de la nave. De este modo, podemos comprobar que el modo básico es el que se acercaría más al control convencional, donde las maniobras supone el giro de la nave sobre su eje longitudinal, aportando una mayor maniobrabilidad. El cabeceo, es el que permite un movimiento de izquierda a derecha sin que la nave oscile, lo que sería más similar a la conducción de un vehículo, útil para maniobras de aproximación o cuando nos disponemos a aterrizar.
Xbox One tiene recursos como Kinect o Smartglass que podrían sugerirse para mejorar la experiencia
El stick derecho tiene otras dos funciones, si bien, hemos indicado que una de ellas afecta a la vista del piloto, moviéndose como en un shooter, si pulsamos este stick, pasamos a mover la nave sobre la posición en la que se encuentra, subiendo o bajando, como un helicóptero, o desplazándose sobre la superficie, de izquierda a derecha. Parece tan complejo como suena, no obstante, con el paso de las misiones nos adaptamos bastante bien, aunque el cambio mediante el stick puede provocar algún que otro quebradero de cabeza. No os preocupeis si os confundís al aterrizar, es muy habitual hasta que se le coge el truco. Es obvio que el control es un aspecto que puede retocarse un poco, aunque parece que la configuración actual es bastante acertada, dadas las circunstancias. Siempre se podría sugerir que se implicasen en la adición de funciones en segunda pantalla, sobre todo, para acceder a los menús y dinamizar la experiencia de forma que no sea tan complejo de gestionar.
En un presunto futuro adaptado a las gafas de realidad virtual, lo que estas pueden aportar a este juego es ilusionante, incluso, con Kinect, se podrían gestionar algunas combinaciones de botones de forma más sencilla. Podría decirse que Xbox One tiene muchos recursos que este juego podría aprovechar, que incluso, debería tomar en cuenta, y dadas las circunstancias, podrían sugerirse para que los chicos de Frontier considerasen incluir en el producto final.
Desde Han Solo… a acompañado
Puede que muchos piensen que este juego no tiene una profundidad adecuada, que el universo es demasiado extenso para abordarse y que antes de llegar a un objetivo lógico, la dinámica y las opciones descritas no ayudarán a mantenerse activos en este MMO. Pero como es un MMO, tiene posibilidades de convertirse en una experiencia realmente fascinante. ¿Tenemos que abordar esta titánica tarea por nuestra cuenta?¿Tenemos que depender de la IA y de la política? No, es un juego que bien podemos disfrutar con unos compañeros de fatigas, que podemos disfrutar como un conjunto.
Cierto es, que antes de poder alcanzar los eventos multijugador, que son batallas entre facciones que permitirán disfrutar de un nivel totalmente diferente al que podemos abordar en misiones puntuales, debemos trabajar nuestra reputación hasta que alguna facción nos reclute. Existe una serie de aspectos que sirven para valorar nuestra reputación, no es tanto el haber explorado mucho, no es haber eliminado a unos cuantos piratas o miembros de otra facción como mercenario a sueldo, tan siquiera, haber transportado pequeñas cantidades de carga legal o ilegal, es muy laborioso alcanzar esa reputación que nos permita acceder a una facción… sin contar, con que nos enemistemos antes con ellas.
Amplio y diverso, todavía más si contamos con aliados humanos
En cierto modo, para jugar a Elite Dangerous se proponen tres posibilidades, hacerlo por cuenta ajena, solo con NPCs, en el mundo abierto, o en partidas privadas con nuestros amigos. De este modo, aunque el mundo siga su curso y la evolución de nuestro piloto sea común, cuando tomamos parte en un escuadrón, podemos abarcar nuevas opciones y posibilidades, ya que, a la hora de abordar ciertas misiones, contar con escolta, por ejemplo, resultará vital, así como poder transportar en grupo, mucha más carga de la que podemos hacer por libre. Claro que, no hace falta estar con unos amigos en una partida privada, también podremos interactuar con otros usuarios dentro del modo libre, abriendo el panel de comunicaciones y solicitando apoyo o chateando.
Se trata de un juego donde el universo no se pausa, aunque no estemos, sigue su curso. De hecho, un aspecto importante es no dejar de jugar cuando tenemos una misión activa, pues el tiempo que nos marca, es el tiempo real que queda para que esa misión finalice. Las misiones se van renovando constantemente, en un patrón cíclico, pero las actualizaciones que llegan, así como la gran variedad de misiones y sistemas que podemos abarcar, harán casi imposible que se repitan, aunque haya algunas que permanecen ahí, casi de forma perpetua. Estas suelen ser las donaciones o tareas “altruistas” que nos permiten ganar reputación con una estación de servicio en concreto, así como con la facción que la domina.
Un universo por descubrir
Siendo un título en pleno desarrollo, hacer alusión al apartado técnico puede ser algo contraproducente. En cierto modo, Elite Dangerous cuenta con una ligera ventaja, y es que el espacio, se mire por donde se mire, es un fondo negro lleno de estrellas. Claro que esto no es una tónica, cada sistema tiene su estrella, incluso asteroides, pero también, tiene sus planetas y estos pueden albergar satélites o estaciones de servicio. Cuando estamos en hiperespacio, la estrella dominará el sistema en el que viajemos, observando lineas de órbita descriptivas para localizar cuerpos, subsistemas o ubicaciones de interés.
En todo caso, cuando estamos en el espacio, lo normal es que haya un vacío infinito en el que se encuentra algún radiante y peligroso sol, o bien, un planeta. Ojo con estos, pues acercarse demasiado puede destruirnos por el calor o atraernos a su superficie, siendo esto último, menos probable de ocurrir. Pero en el fondo, lejos de hacer alusión al aspecto técnico del fondo, nos debemos centrar en las naves y las estaciones de servicio, donde realmente se puede observar el trabajo que han realizado desde Frontier. Puede que, ante la magnitud de este proyecto, el número limitado de naves y estaciones de servicio sea, todavía, bastante escasa, pero es algo subsanable, si bien, el número ha crecido en las últimas actualizaciones.
Dentro del catálogo de naves, observaremos que hay diferencias notables en el diseño de todas ellas, un total de 20 naves a la espera de que lleguen nuevas. Pese a que se empieza con la Sidewinder, existen alternativas más destinadas al combate, como es el caso de la Eagle, la Cobra Mk.II o la Viper, así como naves destinadas al transporte, incluso de personas, incluyendo gigantescas moles de carga, como la Orca o las Type 7 y 9. Todas ellas tienen un diseño bastante interesante, que además, se puede personalizar. Debemos considerar tanto las bahías que tienen para diferentes tipos de arma o dispositivos varios, así como los compartimentos internos en los que podemos equipar todo tipo de sistemas, desde energéticos hasta de gestión de potencia, detectores, carga, soporte vital. Para ser un producto inacabado, el concepto queda claro, se mantienen la variedad para que cada nave tenga un toque personal y se adapte más o menos a lo que cada usuario, o piloto, desea.
Un universo que explorar y una comunidad a nuestro alrededor
Claro que, a la hora de hablar de estaciones de servicio, podemos diferenciar las pequeñas, donde aterrizaremos sobre la superficie, o bien las grandes, que actualmente se dividen en 4 diseños diferentes, donde las grandes, tienen una pequeña entrada, como una ranura de un buzón, por el que entraremos para descubrir un pequeño mini universo metálico repleto de luces y de zonas de aterrizaje. Tras pedir permiso, que no podemos ir a las bravas, nos dirán de aterrizar en una u otra zona, una vez ahí, accederemos al sistema de la estación, que se gestionará, desde nuestro cómodo asiento, para todo lo que sea requerido. Sin entrar en detalle, podemos observar que el diseño de estas es bastante clónico, pero no podemos negar que el nivel de detalle, la construcción y el acabado de todas ellas es, ciertamente, sobresaliente. Las texturas y los juegos de luces permiten tener una perspectiva muy realista de cada una de ellas, incluso, cuando entramos en el hangar, se puede observar el tipico efecto vapor de los sistemas hidráulicos. Aunque si se puede denotar cierto bajón técnico con las versiones ultra de PC, del que procede, el resultado no es desdeñable, luce lo necesario para lograr la ambientación requerida.
Se puede exigir más variedad, incluso, algo más de calidad en los acabados, aunque no se requiera ya que lo que actualmente se tiene, parece suficiente, dado la magnitud de la propuesta. Siendo un MMO, con una comunidad que irá creciendo, no podemos priorizar el acabado técnico de un universo tan basto en extensión como en opciones por meter algún efecto de luz.
Un futuro prometedor, una galaxia que evoluciona
Es difícil comprender la magnitud de un juego como este en consola, pues, posiblemente estemos ante la propuesta más ambiciosa que se haya llevado a cabo. Claro que estamos en una época propicia para ensalzar títulos con una variedad de opciones ingente, no obstante, parece que actualmente no hay juego en consola que abarque una amplitud semejante a la que Elite Dangerous propone. Es de sobra conocido que los usuarios de PC han tenido acceso a juegos, incluso más complejos en su propuesta, como Eve Online, y que están a la expectativa de un rimbombante proyecto denominado Star Citizen, que parece fruto de un brainstorming que no consideraba un ‘no’ por respuesta.
Pero lo que llega a Xbox One es Elite Dangerous, un título que, basado en un concepto MMO, una propuesta multijugador masiva en un mundo que evoluciona de forma permanente, con una ingente cantidad de sistemas, una gran variedad de posibilidades, un sinfín de posibilidades de progreso y una cantidad infinita de peligros que podemos abordar, nuestro rol, parece un grano de arena en un gran desierto. Desde transportista a contrabandista, de mercenario a soldado de una facción, enfrentarse a los peligros, desde cualquier bando, solo o acompañado y someter a la galaxia, a toda ella, a las consecuencias de nuestros actos, a favor o en contra de toda una comunidad, es algo que escapa a la razón, es extenso, es variado, es titánico.
Cierto es que hay un elemento que puede ser un tanto disuasorio, el idioma. Elite Dangerous actualmente se encuentra única y exclusivamente en inglés, algo que podría cambiar, aunque en la versión de PC, que también está en desarrollo, no se ha abarcado en un mayor tiempo de desarrollo. Dado que solo hay textos, bien podría haber una solución a este «problema», pues con tanto texto y tan escasas explicaciones, puede suponer un tormento a la hora de organizarse. No es tanto por el nivel de inglés exigido, en algunos aspectos es bastante técnico o esquemático y no se comprende bien lo que implica una misión o, incluso, el efecto de un dispositivo. Es un aspecto que habría que sugerir, una traducción de los textos podría ser algo que daría vida a este proyecto, sobre todo, por la accesibilidad que supondría.
De todos los idiomas que habrá en la galaxia, se han puesto de acuerdo para que todos hablen en inglés
Hemos citado que Xbox One posee ciertas cualidades que permitirían que Elite Dangerous fuese más propicio en su propuesta, como Kinect o Smartglass, y en el futuro, puede que otros dispositivos puedan ser de gran interés, soñando con la realidad virtual, pero también haciendo alusión al nuevo controlador, el mando Xbox Elite Controller, que podría permitir configurar mejor el layout y disponer sus nuevas funciones para una mejor experiencia. Claro que, tal como sucede con los juegos de conducción y los volantes, la inversión que supone debe ser rentable, pudiendo ser Elite Dangerous un producto que llegaría a justificar esta inversión.
Pero es un producto inacabado, es un producto al que le queda todavía un largo viaje para ser lanzado, pues, no hay una fecha de lanzamiento fijada para este proyecto que, a aquellos que recuerden los clásicos, como Wing Commander o X-Wing, y aquellos que hayan disfrutado de propuestas más similares, como EVE Online, comprenderán y desearán disfrutar en este planteamiento, en el que cada uno elegirá en qué dirección irá su aventura, cuanto se implica y cuanto disfruta.