John Carmack es uno de las personas más influyentes del sector de los videojuegos gracias a su labor en ID Software y la creación Wolfenstein, Quake y DOOM, juegos que revolucionaron la manera de hacer juegos en su día. Ahora como uno de los responsables de ingeniería de Oculus VR, el creativo se muestra crítico con los juegos modernos de hoy en día.
Carmack piensa que los juegos de ahora dan muchas más facilidades y son menos exigente de lo que solían ser hace años. «Los juegos modernos, como Overwatch, se pueden disfrutar mucho más fácilmente porque el juego en equipo es otro aspecto de eso, donde si tienes un buen equipo podrías estar en el equipo ganador incluso si apestas», dijo Carmack en una entrevista. «Puedes participar y tener la oportunidad de decir ‘Sí, sí, gané’, incluso si no contribuyes en absoluto».
Aunque es el propio proceso de aprendizaje del juego, comenta el creativo, «comienzas siendo completamente inútil y luego progresas lentamente para poder contribuir de manera efectiva para tu equipo», Carmack explica cómo Quake fue creado para hacer más exigente y el enfrentamiento cara a cara. Al revés que Overwatch, que se enfoca hacia el juego en equipo.
«La jugabilidad de Quake es brutal, tendiendo a reventones», continuó Carmack. “Fue frustrante y no tenía la accesibilidad para nuevos jugadores. No estaba tan claro cuando lo estábamos haciendo, pero es un juego brutal. Los jugadores podrían tomar el control y volarlo todo.»
Las palabras de Jon Carmack avivan una polémica de la industria de los videojuegos de hoy día, que ya vimos con Sekiro: Shadows Die Twice.. ¿Deberían sacrificar los juegos dificultad para hacerlos más accesibles? Deja en los comentarios qué opinas tú al respecto.