Hace unos días se habló sobre la posibilidad de que Nvidia tuviese planteada la hoja de ruta que haría llegar la nueva gama de tarjetas gráficas RTX 30. Una gama basada en el nuevo procesador desarrollado por la marca que responde al nombre de Nvidia Ampere. Con la vista puesta en unas prestaciones de escándalo, aprovechando el auge de AMD con sus Navi 20 y las consolas de nueva generación, la respuesta de Nvidia parecía encaminada. Pero ahora, las insinuaciones apuestan por el retraso de Nvidia Ampere, lo que abre la puerta a la GeForce RTX 2080 TI Super.
Tal como comentan desde wccftech, los problemas que podrían haberse encontrado en el desarrollo de esos procesadores de 7nm que darán vida a Nvidia Ampere, podrían haber obligado al fabricante a plantearse un cambio en sus planes. Con ello, las especulaciones se han centrado en la necesidad de Nvidia de seguir compitiendo contra AMD y plantear una contraofensiva a la presentación de esa gama de procesadores Navi 20 que darán vida a la gama alta de las Radeon. Y con ello, dado el retraso de Nvidia Ampere abre la puerta a la GeForce RTX 2080 TI Super.
Según los nuevos planes, Nvidia tendría suficiente con presentar un modelo equivalente a la gama renovada que ha dado vida a las últimas GTX, pero aplicadas al procesador Turing que es la pieza fundamental de la gama RTX 20 que hoy hay en el mercado. Con ello, presentar un modelo superior al actual tope de gama, la GeForce RTX 2080Ti, y aplicarle la nomenclatura Super a ese nuevo modelo. Evidentemente, estaría lejos de ser la revolución que podría esperarse, pero podría aplacar la notoriedad de la llegada de una nueva gama de gráficas de alta gama de AMD Radeon.
Pero del mismo modo, lejos de ahondar en posibles problemas en el desarrollo de la nueva arquitectura de 7nm para sustituir la actual de 12nm, algunas «malas lenguas» comentan que simplemente Nvidia tiene un control demasiado grande del mercado como para meterse prisas. Hasta la fecha, cualquier movimiento de AMD, incluyendo el paso en falso de la Radeon VII, ha sido contestado por Nvidia con soltura y saturando, todavía más, el espectro de modelos del mercado de tarjetas gráficas. Su gama Super, sus modelos intercalados y mejorados, son un claro ejemplo de que presentar antes de tiempo las RTX 30 no tiene demasiado sentido.
Así que podríamos encontrarnos con que Nvidia se aguantaría hasta ese momento en el que las consolas de nueva generación asomen el hocico para dar su particular golpe de efecto con unas tarjetas gráficas que redefinan, otra vez, lo que es una nueva generación de gráficos. Habrá que esperar hasta, al menos, la segunda mitad de 2020 para que podamos ver cómo se desenvolverán cada una de las partes.