Cuando vemos anunciada una adaptación de algún videojuego conocido ya sea en formato serie o en película, el primer sentimiento que se nos viene encima a la mayoría es el miedo. Y nadie nos puede culpar, hubieron ciertas decisiones como Super Mario Bros. la película que más de un trama causó por allá el año 93, que consiguió tras su lanzamiento perder la poca fe de los jugadores en ello consiguiendo así ser críticos bastante duros con películas como Assassin’s Creed o Warcraft.
Seamos sinceros, ¿de verdad han sido ambas producciones tan malas como para que más del 60% les pongan un suspenso? ¿No nos estamos pasando demasiado? Personalmente entiendo la contradicción que supuso la adaptación cinematográfica de Assassin’s Creed, las ideas eran buenas, los recursos empleados también, lo que quizás echó para atrás fue algo tan simple como el momento. Y, ¿qué ocurre con la adaptación de Warcraft? No solo el reparto fue esplendido, si no que la ambientación fue muy fiel a la franquicia le pese al que le pese y el bache que tuvo por desgracia fue el de espectadores que desconocen el propio lore del juego, un lore bastante extenso al que hay que dedicar su tiempo antes de ver el film sin ningún tipo de conocimiento sobre el tema. Como resultado, no hubo la recaudación esperada y, por desgracia, aún se desconoce si habrá segunda parte, aunque posiblemente no.
Pérdidas y más pérdidas para contentar a todo tipo de público, incluso si no tiene ninguna relación con los videojuegos, pero las productoras lo ven así: ¿para qué vender un producto dedicado solo a un 30% de gente si puedo atraer a mucha más? Otro caso de grandes pérdidas ha sido sin duda alguna la de Sonic, la película. Que como ya sabréis, tuvo un primer diseño del erizo que incluso ‘horrorizó’ a la comunidad, la cual llevó a cabo incluso una serie de recogida de firmas para que Original Film lo rediseñara de inmediato, causando un gasto millonario a la productora para tener contentos a los fans. Ahora faltará saber si la película al completo es del agrado de estos tras su estreno.
Por supuesto no todas las adaptaciones han dejado descontentos a los jugadores, algunas como Silent Hill y Resident Evil consiguieron en cierto modo plasmar lo que nos intenta transmitir el juego, aunque se podría mejorar.
El futuro está en las series.
Lo que quiero decir con todo esto es que adaptar un videojuego a una película es algo muy costoso y de gran riesgo, y la solución definitiva para realizarlo y no caer en el intento es más fácil de lo que creéis: las series. Las series permiten a las productoras arriesgar, cambiar, corregir y aprender con ello según la respuesta de la comunidad, no es el todo o la nada como en un film de dos a tres horas en el que no hay vuelta atrás. El formato por capítulos siempre ha sido una gran herramienta para buscar lo que prefiere el público -ocurre igual en los videojuegos-, da esa ‘ventaja’ y la posibilidad de fallar, aunque siempre queda esa opción de ir progresando según van saliendo nuevas temporadas. Esto lo hemos llegado a ver en series tan exitosas como Los Simpson, que ha llegado a las 31 temporadas, se trata de adaptarse a la demanda.
El ejemplo por excelencia de éxito empleando esta fórmula ha sido la serie de The Witcher exclusiva de Netflix -aunque esta tenga más como base los libros que los juegos de CD Projekt Red-, aprovechando la gran fama que están ganando los servicios de streaming, ha conseguido hacerse un hueco en el catálogo deslumbrando y con próximas temporadas aseguradas en camino. Además, el equipo tiene a su disposición un contacto directo con los espectadores para corregir lo que haga falta o incluso informar de las preocupaciones que estos tengan de cara al futuro de la serie. Un buen caso es el de los saltos en el tiempo tan habituales en la primera temporada, que hicieron que muchos usuarios perdieran el hilo de la trama, algo que ya no ocurrirá en su segunda tanda de episodios.
Viendo el panorama actual, personalmente creo que las adaptaciones de videojuegos podrían estar justo en su época dorada gracias a las series y a las suscripciones de plataformas de streaming, por lo que nos podría esperar un futuro a corto plazo muy prometedor en el que, quien sabe, puede que veamos hechas realidad las series oficiales de Grand Theft Auto, Bioshock, Gears of War u otros.