Hacer Call of Duty exclusivo de consolas Xbox podría ser considerado como una conducta anticompetitiva de Microsoft a ojos de los reguladores antimonopolio del mercado, lo que podría acabar bloqueando esta absorción que terminará de hacerse oficial en junio de 2023. Al menos, eso es lo que sugiere una firma de analistas acerca de la mayor adquisición de la industria de los videojuegos con esos 70 mil millones de dólares que Microsoft pagará por Activision-Blizzard y King (dedicados a los juegos para móviles).
«Es posible que las franquicias como Call of Duty no sean exclusivas de las plataformas Xbox debido a preocupaciones antimonopolio», sugiere DFC Intelligence en declaraciones a VGC. «El gran problema es si COD se convierte en una exclusiva de Microsoft. En este momento, no creo que lo haga. Por un lado, sería difícil superar a los reguladores si quieren dejar fuera a la competencia«, aseguró David Cole, responsable de DFC a GamesIndustry.
La ley de competencia del mercado puede prohibir este tipo de fusiones y adquisiciones en casos en los que considere que se vulnera la competencia para el resto de empresas del sector, se obligue a vender parte del negocio, etc. Hacer Call of Duty exclusivo de Xbox podría ser considerado como esa vulneración de competencia ya que lo juega el 55% de los propietarios de consolas. A nivel comercial sí «podría ser un gran beneficio para Xbox cuando los jugadores decidan entre Xbox Series o PS5«, comenta George Jijiashvili, analista de Omidia.
Por el momento no está claro que pasará con Call of Duty y el resto de franquicias de Activision-Blizzard, más allá de las palabras de Phil Spencer donde asegura que «seguirán apoyando a las comunidades de jugadores en otras plataformas». Echando un ojo al precedente de Bethesda, Microsoft no retiró sus juegos antiguos del resto de plataformas, pero sus próximos lanzamientos sí serán exclusivos, como Starfield y Redfall. Veremos cómo se va desarrollando esta operación en los próximos meses.