Crytek ha sido la última empresa en rendirse al poder de Xbox One X. Según ha comentado Collin Bishop, director de CryEngine (motor desarrollado por la empresa), Crytek ha quedado asombrada al trabajar con Xbox One X.
Lo más llamativo ha sido la potencia que esconde en su interior. El trabajo de optimización ha sido mínimo y el soporte HDR que ofrece es otro gran punto a favor con el que comulga Crytek. Gracias al HDR, han sido capaces de mejorar las escenas sin tener que rehacerlo todo, ni comprometer la tasa de frames.
Bishop además comparte la política de Microsoft de que todos los títulos de Xbox One X deban ser compatibles con el resto de la familia de Xbox One. No solo es importante mantener el legado, sino que además de no hacerlo, la potencia de Xbox One X podría verse comprometida.
«Cada jugador tiene su propia conexión con la nostalgia y sus juegos favoritos. Los títulos pueden perderse rápidamente, lo que reduciría el crecimiento de las franquicias. Si los desarrolladores no mantuviesen vivos los viejos sistemas ni se comprometieran con el legado de las sagas, la respuesta negativa evitaría cualquier ganancia».
Crytek se encuentra ahora mismo inmersa en Hunt: Showdown, free-to-play que promete ofrecernos elementos de Battle Royale. Muy pronto tendremos fecha para la alfa cerrada.
Por su parte, el ecosistema de Xbox One se verá este año incrementado gracias a la llegada de inminentes exclusivos como Crackdown 3 o Sea of Thieves. Además es muy probable que nuevos retrocompatibles, tanto con Xbox 360 como con Xbox original, sigan anunciándose.