La serie de The Witcher de Netflix está a punto de vivir uno de los momentos más cruciales de su historia con el estreno de su tercera temporada, la que será la última de Henry Cavill en el papel de Geralt de Rivia antes de dar paso a Liam Hemsworth, que asumirá el rol a partir de la cuarta.
La paciencia de los fans también se encuentra al límite tras hacerse saber que los cambios argumentales no han llegado ni mucho menos a su fin en esta próxima temporada. Es por ello que hoy nos preguntamos si realmente son necesarios los cambios de los libros en la serie de The Witcher. Una pregunta que tiene más aristas de las que parece a primera vista y que no puede enmarcarse en un simple blanco o negro.
¿Son necesarios los cambios de los libros en la serie de The Witcher?
Si has leído los libros de Geralt de Rivia de Andrzej Sapkowski sabrás y entenderás que Netflix debía tomar una decisión drástica en la primera temporada: Ciri y Yennefer debían aparecer al mismo tiempo (aunque en líneas temporales distintas) que Geralt para que el espectador entendiera que se trata de una saga con tres protagonistas y no uno solo. A juicio de un servidor, aquella decisión fue acertada, pues la serie no podía permitirse una o dos temporadas con Geralt en solitario y sin que el usuario ajeno a los libros supiera nada de Ciri y Yennefer.
Ahora bien, todo cambió en la segunda temporada, la temporada de la discordia y que precipitó la salida de Cavill de la serie, si bien Netflix consiguió convencerle para seguir también en la tercera. Fue en esta temporada en la que Lauren S. Hissrich y su equipo de guionistas optaron por modificar radicalmente las historias de los libros, las motivaciones de los personajes y el destino de algunos nombres importantes dentro de la saga.
Entraremos aquí brevemente en el terreno del spoiler (de la segunda temporada). En lo que la propia showrunner Hissrich ha acabado llamando “un problema para la historia”, Yennefer ha perdido sus poderes y la forma de recuperarlos es secuestrar a Ciri y entregarla a una malvada entidad. En los libros, Yen acude a tutorear a Ciri simple y llanamente porque Geralt se lo ha pedido, como acto de amor hacia una persona a la que quiso y también por curiosidad.
En la serie de Netflix, la relación entre Geralt y Yennefer está completamente muerta. El brujo sabe que la hechicera le ha traicionado y que quería sacrificar a su ahijada para su propio beneficio. Ese es el problema de la historia que han creado Hissrich y su equipo. En este contexto, algo tendrán que inventar para que brujo y hechicera sanen las heridas. Fácil no lo tienen para que sea creíble.
En resumen, los cambios de los libros que se introdujeron en la primera temporada tenían un sentido, pues la narración en las novelas de Sapkowski era poco adecuada para una serie de televisión. Sin embargo, todas las variaciones que se sucedieron en la segunda temporada y que se extenderán en la tercera (a pesar de las promesas de Hissrich de mayor fidelidad) ya son un deseo expreso del equipo de guionistas, del que siempre se ha rumoreado que no les gusta el material original. Las consecuencias están ahí: el fandom está enfadado con el trato de Netflix a la serie y la mayor cara visible del proyecto, Henry Cavill, ya es historia.