Assassin’s Creed Unity se lanzó el pasado día 14 en nuestras consolas de actual generación y PC, con no pocos fallos y noticias desastrosas para Ubisoft. Ya hemos visto bugs de todo tipo, hemos visto el pobre análisis de rendimiento del juego o la insufrible acción de doblaje de Christian Galvez, presentador, no actor, poniendo su voz a Napoleón, pero lo que faltaba era el típico político de turno que se pone a criticar el juego.
¿Los motivos? Se ve que en Francia viven una situación política muy apacible, como todos sabréis, y les sobra tiempo para fijarse en los hechos que un videojuego reinterpreta, hechos de hace más de doscientos años. Como leemos en en el diario The Telegraph, para esto si hablan de videojuegos, el ex-ministro francés Jean-Luc Mélenchon, ha declarado que »el juego tiene un fuerte sentimiento anti-republicano propio de la extrema derecha», amen de otras perlitas.
El político considera que el juego recrea al »pueblo francés como unos bárbaros sedientos de sangre», mientras que a sus gobernantes los recrea de una forma muy benévola, con una Maria-Antonieta, que él define como una cretina, a la que sólo le importa salvar su pellejo o un Luix XIV que no está recreado como el ministro galo querría. Prosigue comentando que al ‘salvador’ Maximilien Robespierre, el ‘incorruptible’, se le retrata como si fuese un monstruo.
¿Será el señor Mélenchon el primer político en jugar a un juego para criticarlo o sólo dirá tonterías como tantos otros ejemplares de la política de otros países anteriormente?
Sea como sea, Assassin’s Creed Unity, un juego que utiliza la Revolución Francesa para contar su historia ya se puede disfrutar en Xbox One, PS4 y PC. muy pronto os traeremos su análisis.