La presentación de Google Stadia ha pretendido ser como un tsunami que impactase sobre la industria del videojuego. No será por intentar ofrecer un servicio que no se haya prestado antes, pero si por intentar irrumpir en el mercado con una propuesta sólida. Ante aquella presentación, las consecuencias de todos los datos que se han ofrecido está causando un intenso debate entre los insiders. Un debate que parece intentar demostrar que unos tienen más información que otros. A veces, no hace falta precisamente que sea tener la información, sino sopesar los datos ofrecidos para intentar sacar sus propias conclusiones. Uno de los datos más relevantes que descubrieron durante la presentación de Google Stadia, fue la potencia que, presuntamente, tendrán las máquinas virtuales que ejecutarán los juegos. La cifra se estableció en 10.7 Teraflops, muy por encima de los actuales hardwares, Xbox One X y Playstation 4 Pro.
No obstante, nos dimos cuenta enseguida de que esa cifra no era tan relevante como Google esperaba. A falta de que se concreten los detalles de la Xbox Scarlett o la PS5, esos 10.7 Teraflops no son más que una cifra que exponen un hardware de gran potencia. Ahora, los entendidos del sector parecen apuntar a que tanto Sony como Microsoft habrían puesto su objetivo en que PS5 y Xbox Scarlett, respectivamente, superen los 10.7 Teraflops. Desde Kotaku, Jason Schreier habría dejado constancia de este hecho en los foros de resetera, como si no se le hubiese ocurrido a nadie.
Mire, como he dicho desde aproximadamente marzo de 2018 (en este mismo hilo), la próxima generación llegará en 2020. Ese artículo semiacurado que dice 2018 (risas) despertó las esperanzas de la gente para 2019, pero ahora espero que esté claro que El PS5 no saldrá este otoño.
Y, a pesar de todos los rumores acerca de que los devkits están fuera (por lo general de los rumormongers que están equivocados la mayoría de las veces), el número de personas informadas sobre la próxima generación es todavía muy limitado. Incluso dentro de compañías como, digamos, DICE, habrá un pequeño equipo de ingenieros que ahora tienen una idea aproximada de las especificaciones, y todos los demás sabrán cuándo deben saberlo. No hay muchos desarrolladores revelados en la próxima generación en este momento.
En otras palabras, no esperes mucho en el camino de fugas sustanciales todavía. Lo único que hay que saber con certeza es que tanto Sony como Microsoft apuntan más alto que el número de «10.7 teraflops» que Google concretó la semana pasada. (Y, como se ha informado, Microsoft tiene algunas cosas en marcha).
Ahora bien, todo lo relativo a la próxima generación, o a esas consolas que Microsoft y Sony están desarrollando, solo podrá desvelarse de forma oficial el día que decidan presentarlas. Ahora bien, como bien se sabe dentro del sector, la cifra arrojada por Google para Google Stadia es una referencia de su estado actual. De hecho, llegaron a confirmar que en algunos test realizados llegaron a tener éxito con pruebas a 8k. Cuando publicitaron Google Stadia, hablaban de que los usuarios no deben preocuparse por los cambios de hardware. Esto implica, a ciencia cierta, de que la potencia de Google Stadia mostrada en la presentación es una potencia que puede ser incrementada casi a conveniencia.
En cierto modo, y para cualquier servicio de streaming, valorar la potencia del equipo que ejecuta los juegos puede ser una variable constante según el juego ejecutado. Incluso pensando en xCloud, si bien durante la beta pueden usar el equivalente en potencia a Xbox One X, no sería de extrañar que cuando salga al mercado la Xbox Scarlett, xCloud se adapte al rendimiento de este hardware. La realidad, es que afirmar que Sony y Microsoft buscan superar la cifra de 10.7 Teraflops con PS5 y Xbox Scarlett es tan obvio como que Google Stadia puede incrementar la potencia a 15 Teraflops cuando estas salgan.
Las claves de xCloud y Google Stadia, analizamos ambas plataformas
Lo que nos importa ahora es que Microsoft desvele sus planes de futuro, tanto con los hardwares, como con xCloud.