El futuro de Xbox ha tomado un rumbo ambicioso, donde los servicios y los juegos son los que pueden marcar un futuro prometedor. Un futuro que ha partido del establecimiento de una gran comunidad con varias plataformas y varios rendimientos. Una comunidad que tiene servicios para disfrutar de los juegos, y aunque pueda que haya gente que no quiera verlo, muchos juegos interesantes. Juegos, que son el centro de atención en Xbox, por esa inversión que ha llevado a Microsoft a vislumbrar un futuro prometedor.
Pero puede que siga existiendo una espina clavada en Microsoft. Una espina que se clava cada vez que miran a las desarrolladoras japonesas. Y es que nadie puede ignorar el desdén de Japón ante el intento de Microsoft de llegar a ese mercado. Una desidia que se ha traducido en malas relaciones, conflictos y la segregación de productos en otras plataformas salvo en Xbox. El mercado japones y la industria del juego nipona es uno de los referentes, quizás por tradición, pero nadie quiere ignorarles y Microsoft tampoco. Aaron Greenberg ha dado cuenta del compromiso de Microsoft para con el mercado japonés, tanto para intentar vender Xbox allí, como para que la relación mejore y salgan más juegos en Xbox One.
En una entrevista realizada a DualShockers al Manager General de Marketing, Aaron Greenberg, ha afianzado su compromiso con ese mercado. «Nos encanta Japón, Phil va todos los años, en algunas ocasiones, varias veces», sabiendo que cada vez que va, trascienden los intentos de Microsoft de acercar posturas con las desarrolladoras de Japón. De ahí que sus constantes negociaciones hayan conseguido acuerdos bastante productivos con Square Enix, haciendo llegar sagas como Kingdom Hearts por primera vez a Xbox One. Han conseguido poderosas asociaciones con algunas empresas japonesas, donde el caso de Kingdom Hearts 3 es uno, pero también se puede ver en otros casos como el de Jump Force, de Bandai Namco.
«Creo que nuestro compromiso y apoyo de los desarrolladores japoneses nunca ha sido más fuerte, y quiero ayudarles a tener éxito en la escena global, y que sigue siendo nuestro enfoque», comenta Greenberg, a lo que añade que además, «sabemos que nuestros fans quieren esos grandes juegos japoneses». En Microsoft son conscientes de esta situación y es por ello que el vínculo y las negociaciones son una rutina que están dispuestas a mantener.
«Una vez más, siempre tomamos esa lente de poner nuestros fans por primera vez como pensamos en el contenido, y sabemos contenido japonés es importante y es por eso que se ve a hacer crecer nuestro contenido, y vamos a seguir para centrarse en eso», concluye Greenberg apuntando a que es necesaria esta implicación. Una implicación que también depara otro tipo de beneficios, como podría ser el que lleve Shadow of the Tomb Raider a Xbox Game Pass desde su lanzamiento. No todos los casos tienen que ser como el que tuvieron con la empresa responsable del reboot de Phantom Dust, siquiera con el caso Scalebound, donde Platinum Games dejó evidencias de su categoría. Es cuestión de tener más confianza en un mercado tan diferente, de donde han salido tantas grandes obras y donde pueden surgir nuevas joyas que deben llegar a Xbox.
Al final, todo es cuestión de esperar y confiar en las capacidades de negociación de Microsoft, que al menos, muestra una buena actitud con Japón y no se rinden para mejorar las relaciones.