Una de las sorpresas que Microsoft nos tenía guardadas durante su conferencia en el pasado E3 2017 fue el anuncio de la llegada de PlayerUnknown’s Battlegrounds (o PUBG, para abreviar) a Xbox One. PUBG se ha convertido en el juego revelación del año sin lugar a dudas. El título desarrollado por Bluehole Studio ha logrado batir todo tipo de récords en Steam, donde todavía se encuentra en Early Access (acceso anticipado). Imaginemos hasta donde puede llegar cuando se ponga a la venta en su estado final. Eso ocurrirá a finales de año, cuando PUBG también llegará a los jugadores de Xbox One, de forma exclusiva en consola por el momento.
A pesar de la gran popularidad del juego, es posible que algunos de vosotros no sepáis todavía muy bien de qué se trata PUBG, y a qué se debe su enorme éxito. Así que os hemos preparado este texto con unas cuantas razones por las que deberíais estar expectantes ante su lanzamiento en Xbox One y por las que, desde luego, nosotros lo estamos ya. 5 razones por las que estar ilusionado con el lanzamiento de PUBG en Xbox One:
Mecánicas diferentes
La primera de ellas es las más obvia. La propuesta de PUBG es original. 100 jugadores en un escenario matándose entre sí, donde solo puede quedar uno, o un equipo. Todos comienzan en igualdad de condiciones, y lootear rápidamente, además de trazar una estrategia de partida, serán las claves para lo que vaya viniendo a continuación: una carnicería en la que tienen cabida todo tipo de situaciones. No es algo que no hayamos visto o pensado antes, pero Bluehole Studio ha conseguido plasmar la sensación «battle royale» de la mejor forma que habíamos visto hasta ahora.
En PC podemos encontrar algunas propuestas con las mismas intenciones: The Culling, o las propuestas desarrolladas a partide de juegos como H1Z1, ARK o Rust, con buenos ejemplos. Pero la personalidad y jugabilidad de PUBG son a día de hoy bastante superiores a estas otras. En Xbox One, en cambio, no tenemos nada directamente similar. Sí que tenemos disponible el modo battle royale de ARK, que no ha tenido mucho éxito. Y por otro lado, el olvidado The Division, que con la expansión Supervivencia añadió un modo bastante parecido y muy interesante, la verdad, pero que por desgracia llegó demasiado tarde al juego, y que carece de algunos elementos importantes, como puede ser la cantidad de jugadores.
Por último también le ha salido un importante rival en Xbox One, el modo Battle Royale de Fortnite, que ha sido estrenado recientemente y que se totalmente gratuito. Se trata de un modo de juego muy similar, y aunque todavía se encuentra en un estado muy verde, incorpora algunas mecánicas que pueden dar bastante de sí y convertirse en un elemento diferenciador, como el tema de la construcción. Una buena alternativa, pero PUBG es a día de hoy en Steam una propuesta bastante más sólida y desarrollada, cosa que será trasladada por completo a Xbox One.
Importancia táctica
Lo mejor de PUBG es que existen todo tipo de formas de afrontar las partidas, y al final depende de nosotros qué queremos hacer. El juego nos irá obligando poco a poco a movernos hacia unas áreas cada vez más reducidas, dando lugar a un necesario confrontamiento con otros jugadores. Pero nuestra estrategia puede variar. Por ejemplo si no hemos conseguido tener buenas armas para la larga distancia, nos interesará más que nuestros enfrentamientos ocurran en lugares cerrados, y viceversa. Mientras que si preferimos evitar la lucha y dejar que el resto se mate entre sí para intentar llegar con más posibilidades al final, también es una táctica factible, pero deberemos intentar ser lo más sigilosos posible.
Todo vale al final con tal de llegar a quedar entre los primeros, y lo que hagamos o dejemos de hacer nos corresponde totalmente a nosotros, porque PUBG no tiene una forma más o menos válida de jugar.
Un fenomenal cooperativo
Todo esto que he comentado aumenta, y mucho, si jugamos junto a amigos. En PUBG podemos probar suerte tanto en solitario como con en una escuadra con amigos. Y el juego cambia considerablemente de una forma a otra. Porque mientras que en solitario es un todos contra todos, con lo que eso conlleva (que todo el mundo sea más cauteloso ante los enfrentamientos directos salvo que haya una clara ventaja), al jugar en grupo se abren muchas más posibilidades. Así, podremos intentar hacernos fuertes en algún edificio cubriendo sus entradas y atacando desde el tejado, intentar hacernos con una colina o un lugar elevado, o tender emboscadas a los equipos rivales.
De nuevo todo vale también jugando en equipo, y PUBG se presenta como un multijugador cooperativo único para Xbox One, tanto por las opciones jugables, como por lo divertido que es cooperar con amigos en él. No existen roles concretos en el equipo, al menos de momento, pero es posible que cada miembro tome ciertas funciones de manera más fuerte según sus cualidades. Las risas también, como podeis imaginar, están más que aseguradas.
¿Hay historia o no?
Sé bien que muchos de vosotros buscáis juegos que os cuenten una buena historia, y el multijugador a veces puede ser un terreno hostil. Suelen ser juegos a los que hay que dedicar bastante tiempo para poder competir de forma decente con quienes han dedicado más horas y se conocen bien las mecánicas, mapas o armas. Y por si eso fuese poco, algunos requieren de colaboración, por lo que si no contamos con amigos disponibles, se nos suma un problema más. En cambio un buen juego para un solo jugador puede llegar a representarnos un mundo repleto de posibilidades, exploración y con una rica narrativa. Algo impagable, por ejemplo, en el caso de The Witcher 3: Wild Hunt.
Pues bien, es cierto que en PUBG no vais a encontrar este tipo de narrativa, pero quizás es muy precipitado decir que aquí no vamos a encontrar ningún tipo de historia y que, más allá de la parte puramente jugable, se trata de una propuesta vacía. Porque uno de los encantos de estas batallas son las historias que nosotros mismos vamos forjando, y que luego quedan atrapadas en nuestra memoria. Historias perfectas para rememorar luego con los amigos echando unas cervezas y fuera del caos del combate. Historias épicas, de fracaso, de victoria, graciosas, de superación, irónicas…
Como decíamos, PUBG ofrece múltiples formas de afrontar las partidas, y no todo siempre depende de nosotros. La suerte también juega un papel importante, a la hora de encontrar buen equipamiento o acabar con un enemigo en una situación determinada, en un momento adverso. Las primeras partidas serán de transición, para ir haciéndonos a las rutinas habituales del comienzo de cada partida, o de los momentos más avanzados si los alcanzamos. Pero poco a poco nos iremos dando cuenta de cómo vamos creando nuestras propias historias. Aquella vez que morimos nada más empezar porque tuvimos muy mala fortuna, aquella que agazapados con un francotirador nos hicimos fuertes y logramos quedar entre los 10 primeros o, por qué no, aquella en la que nos topamos con un comienzo adverso y contra todo pronóstico conseguimos terminar haciéndonos con la victoria. Porque estas batallas de 100 jugadores dan, en realidad, para todo tipo de historias, como aquel jugador coreano que se infiltró en una escuadra rival y terminó traicionándolos.
Tensión latente
Lo bueno de PUBG es que a pesar de tratarse de un juego exigente, tienen cabida en él todo tipo de jugadores, de una u otra forma. Si no eres demasiado habilidoso, existen formas de afrontar las partidas para de igual modo lograr sobrevivir hasta el final. Y si eres un jugador exigente, aquí encontrarás grandes dosis de competitividad. Las partidas en solitario son claramente las que más en tensión nos mantienen, ya que en cualquier momento un enemigo nos puede abatir por la espalda sin previo aviso, o nos puede tender una emboscada; por eso siempre es necesario andar con los ojos muy abiertos. Pero las partidas en equipo pueden resultar igual de intensas, en especial en los momentos finales, cuando probablemente algunos amigos ya hayan caído y la cosa se torne más complicada.
PUBG no es un juego especialmente frenético, no nos pasamos la partida pegando tiros como si estuviésemos en Halo o Call of Duty, jugar con la paciencia y el tiempo también es una cuestión vital. Pero es precisamente eso, la tensión latente que existe en todo momento, la que no se limita al movimiento frenético sino al momento clave, lo que hace que cada partida resulte tan intensa; y tan gratificante cuando conseguimos salir airosos de situaciones complicadas.