El bloqueo por la compra de Activision Blizzard podría estar teniendo consecuencias más devastadoras de las que pudiera parecer. Ya sabemos que los inversores no recibieron con agrado la polémica decisión de la CMA; materializándose tanto en la propuesta de Microsoft y Activision Blizzard de abandonar Reino Unido, como en la marcha definitiva de ARM de terreno británico. Unas medidas cuyos efectos tienen carácter totalmente disuasorio en materia de inversión, porque es poco probable que las empresas tecnológicas quieren apostar por un territorio desfavorable a la competencia, al crecimiento y del que se están marchando los titanes de la industria.
La situación ha llegado a tal extremo que incluso los miembros del Parlamento británico han puesto en duda públicamente a la CMA, cuya decisión ya está en los Tribunales. Precisamente esta primera sesión ha sido catastrófica para la CMA quien simplemente trató de ganar más tiempo alargando el proceso hasta octubre, con el único propósito de desgastar a sus opositores. Sin embargo, su propuesta no parece contar con el apoyo del Tribunal.

El bloqueo de la compra de Activision Blizzard podría estar provocando un efecto dominó devastador para Reino Unido
Reino Unido continúa perdiendo atractivo para los inversores, pese al acuerdo masivo de Dechra Pharmaceuticals:
Todo apunta a que, para paliar los efectos de la situación anterior, Reino Unido está haciendo lo posible por mantenerse como territorio atractivo para la inversión. Pero sin conseguirlo, como se ha hecho eco el tuitero @PostUp_SOG. Las últimas reacciones de los inversores vienen de la reciente fusión entre los dos grupos farmacéuticos EQT (de Suecia) y Dechra Pharmaceuticals (de Reino Unido), dado que el viernes pasado se acordó la compra Dechra por EQT, por un total de 4.5 mil millones de libras. Pero lo cierto es que, aunque pueda parecer elevada, se ha realizado teniendo en cuenta un valor por acción de £3,875 y no de las £4,070 que costaba en abril; esto es, con carácter previo al bloqueo de la compra de Actitivision Blizzard.
«El valor total de las fusiones y adquisiciones, que afectan a empresas británicas, se ha reducido por debajo de los 90.000 millones de dólares en los primeros cinco meses de este año. Muchos están empezando a ver este territorio como un lugar menos propicio para hacer grandes negocios, lo que podría tener consecuencias en la tasación de Reino Unido.
Empresas que, en principio, deberían ser objetivos principales, podrían ver perder o reducir su atractivo, porque los inversores pueden llegar a pensarse dos veces apostar por ellas, teniendo en cuenta la situación actual», ha comentado Sophie Lund-Yates, miembro de la firma Hargreaves Lansdown.
La propia Lund-Yates apunta directamente al bloqueo de la compra de Activision Blizzard como la principal causa de esta situación. Algo que encajaría perfectamente, teniendo en cuenta el efecto dominó que está provocando sobre la economía británica. Aunque esta semana se reunirán Brad Smith, Presidente de Microsoft, con miembros del Gobierno británico, así que tal vez la situación tenga remedio antes de que sea tarde para Reino Unido.