La situación actual de Ubisoft es mucho más delicada de lo que cabía pensar hace apenas unos meses. Tras el «desastroso» lanzamiento de Star Wars Outlaws y los malos resultados económicos que ha tenido la compañía en general a lo largo de 2024, los rumores de venta no han hecho más que ocupar las portadas de los principales medios de videojuegos a lo largo de los últimos meses. Sin embargo, parece que el destino de Ubisoft podría ser mucho peor de lo esperado.
Aunque hace apenas un par de días hablábamos de los rumores sobre la posibilidad de que Tencent adquiriese la empresa, una nueva información ha señalado un futuro mucho menos halagüeño para los franceses. Según el experto analista de videojuegos, Joost van Dreunen (a través de tweaktown), Ubisoft podría ser casi completamente desmantelada en 2025, incluyendo ventas de algunas de sus IPs más famosas.
Ubisoft podría ser completamente desmantelada en 2025, con ventas de IPs como Rainbow Six Siege o Assassin’s Creed
Como sabemos, la compañía ha pedido un esfuerzo a sus socios para que adquieran el conjunto de las acciones que hay en el mercado, para así tratar de evitar al máximo la posibilidad de que se realice una adquisición hostil. No obstante, y a pesar de que parece que están existiendo movimientos en esa dirección, la previsión del analista no es muy esperanzadora.
Ubisoft se dirige a la privatización y el desmantelamiento en 2025.
Con el precio de sus acciones cayendo en picado de 28,19 dólares a 12,30 dólares año tras año, la empresa se ha convertido en un atractivo objetivo de adquisición. Sus valiosos activos, particularmente Rainbow Six Siege y la franquicia Assassin’s Creed, podrían valer más por separado que juntos.
El próximo Assassin’s Creed: Shadows se enfrenta a una dura competencia con Ghost of Yotei de PlayStation, y los recientes fracasos sugieren problemas organizativos más profundos más allá del rendimiento individual del juego.
El enfoque de desarrollo de Ubisoft sigue siendo obstinadamente anticuado en una era que exige la participación de los jugadores y la construcción de la comunidad. Sin un cambio fundamental en la forma en que desarrollan y mantienen los juegos, corren el riesgo de alienar aún más tanto a los inversores como a los jugadores. El cierre de XDefiant no es solo otro lanzamiento fallido, es un síntoma de una empresa que insiste en atender a una audiencia pasiva mientras no reconoce la urgencia de repensar la distribución.

Por tanto, para van Dreunen, el futuro de la compañía pasaría efectivamente por la privatización, pero probablemente a costa de vender algunos de sus grandes activos. Habrá que ver si finalmente ocurre o no algo así, pero no cabe duda de que la pérdida de Assassin’s Creed podría suponer un golpe realmente duro para los franceses.